Nació el 7 de septiembre de 1905 cerca de Jordanów, en Polonia, en una familia de agricultores formada por Jan Zembol y Anna. En el bautismo recibió el mismo nombre de su padre: Jan.

Después de terminar la escuela primaria, ayudó a sus padres en las tareas agrícolas para ayudar en algo la economía del hogar. A los 17 años, y con el respectivo permiso, se fue al monasterio franciscano de Leópolis, (hoy en Ucrania).
Tras el tiempo de postulantado recibió el hábito monástico y tomó el nombre de Bruno. Allío desempeño su servicio a Jesucristo como ayudante de cocina. Una vez aprobado el noviciado, en 1928, fue enviado a Wloclawek, (una ciudad en el centro norte de Polonia), estuvo allí un corto período, luego del cual regresó a Leópolis. El 6 de marzo de 1932 emitió sus votos perpetuos. Fue sacristán, cocinero y durante la primavera trabajaba como jardinero.

Con el inicio de la guerra comenzó a ayudar a los refugiados y los soldados heridos. Once días después de la llegada de los alemanes, junto con otros hermanos fue arrestado y encarcelado en el castillo de Lublin, donde pasó ocho meses hasta que el 20 de junio de 1940 fue deportado a Sachsenhausen y luego a Dachau.

Allí, con humildad y paciencia, sufrió las condiciones inhumanas en que se vivía en ese campo de concentración. En marzo de 1942 enfermó y rápidamente perdió peso y fuerza, pero aun así, estuvo trabajando en las plantaciones del campo de exterminio, hasta que la tarde del 21 de agosto de 1942, profundamente agotado, murió. Sus compañeros de prisión lo calificaron como “un hombre de bondad angelical”.