Fundadora de la Congregación religiosa de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres, nació en Zapopan, Jalisco, México el 27 de abril de 1878. Fueron sus padres el Sr. Fortino García y la Sra. Refugio Zavala de García.
Creció en el seno de una familia cristiana de la región de Jalisco. Su padre regentaba una tienda de objetos religiosos frente a la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan en la ciudad de Guadalajara y la pequeña Lupita visitaba la iglesia, mostrando su candidez de niña con los pobres.
Estaba prometida con 23 años cuando sintió la llamada del Señor para consagrarse a la vida religiosa sobre todo en la atención a los enfermos y a los pobres. Cosas del Espíritu Santo, cuando esta chica le contó a su director espiritual de esta inquietud particular, él había tenido también una inspiración para fundar una Congregación Religiosa que atendiese a los enfermos del Hospital.
De esta forma tan insospechada nació la Congregación religiosa de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres. La definición de su carisma podía leerse en sus estatutos: “La entrega incondicional y alegre en el ejercicio del amor misericordioso a semejanza de Cristo, que se hace presencia en los más necesitados”. Los inicios fueron duros, llenos de incertidumbres y las normales torpezas de quien comienza una obra que Otro ha comenzado. A ello se sumo el duro tiempo de la Revolución en 1910, que hizo que el gobierno persiguiera los elementos religiosos. Una vez tuvo pasar por delante de unos militares con la custodia bajo su hábito, diciéndole al Santísimo: “Cuídate, Señor, cuídate”.
Este panorama de persecución se prolongó, con mayor o menor intensidad, hasta 1936. En este tiempo la beata arriesgó varias veces su vida y la de su congregación al esconder a algunos sacerdotes en su hospital, y hasta al mismo Arzobispo de Guadalajara. Paradojas del cristiano, al mismo tiempo las hermanas se dedicaron a curar las heridas de guerra de muchos de estos soldados que perseguían los signos de la fe. Esto ayudó a que el hospital se preservase de mayores males.
Durante el período en que vivió la Madre Lupita se abrieron 11 fundaciones en la República Mexicana, y después de su muerte siguió creciendo la Congregación. En 1961 la Congregación de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres festejaron el jubileo de diamante de la Madre Lupita. Los 60 años de vida religiosa de la fundadora, coincidieron sin embargo con la penosa enfermedad que comenzó a sus 83 años y la terminó llevando a la Casa del Padre el 24 de junio de 1963 en Guadalajara.
Desde el momento en que se supo de su muerte, muchísima gente se congregó en el hospital para ver por última ocasión sus restos mortales. Hoy la congregación se extiende por otros países como Perú, Islandia, Grecia e Italia.