Fecha de publicación: 25 de abril de 2023

La comunidad religiosa de la Congregación de María Inmaculada vivió el domingo pasado 23 de abril una Eucaristía en la catedral de acción de gracias por la vida y obra de la Venerable María Stella Iglesias, fundadora de la citada comunidad.

En la Eucaristía, presidida por el arzobispo D. José María Gil Tamayo, participaron religiosas de María Inmaculada procedentes de distintas provincias españolas, al cumplirse este año el 40 aniversario de su fallecimiento, acaecido en 1982. María Stella Iglesias fue declarada Venerable por el Papa Francisco el 19 de junio del año 2021. El proceso diocesano de beatificación se abrió en el año 2008 en Granada, ciudad en la que falleció, en un acto presidido entonces por el actual arzobispo emérito D. Francisco Javier Martínez.

LA SANTIDAD
En su homilía en la Eucaristía dominical, Mons. Gil Tamayo habló de la santidad a la que todos estamos llamados y que personas como madre María Stella Iglesias o la próxima nueva beata Conchita Barrecheguren son “un ejemplo que nos han precedido”. En este sentido, apeló a la imitación de los santos en la vida cotidiana y no sólo nuestra aprobación o aplauso hacia ellos. Precisamente, la vida de María Stella Iglesias –recordó el arzobispo- se sembró de santidad en un tiempo difícil que le tocó vivir –la postguerra en España-, con años de carestía y necesidades, lo que no impidió su ardor evangelizador, misionero y de amor a Dios.

Mons. Gil Tamayo también invitó a los fieles a rezar a Dios para que aumente en nosotros la devoción a madre Stella Iglesias, acudir a ella para pedir su intercesión ante Dios y un día pueda ser contada entre los nuevo beatos granadinos.

“Siempre preocupada por el Reino de Dios, lo que más destaca en su vida es la caridad. En una ocasión, refiriéndose al trabajo con las chicas decía: ‘Si hay obstáculos, seguiré adelante. Para mí, la caridad está sobre todo'”, señala la Congregación sobre su fundadora.

Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social