La parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en Cúllar Vega, celebró con alegría en la tarde del viernes, 14 de octubre, la Confirmación de un grupo de jóvenes y adultos que recibieron la unción con el Santo Óleo y la imposición de manos de parte de D. José María Gil Tamayo, nuestro Arzobispo coadjutor.
Los nuevos confirmando estuvieron acompañados por sus catequistas, padrinos y familiares después de un tiempo de preparación para recibir este sacramento con el que se culmina la iniciación cristiana.
También en el grupo de catecúmenos, tres de ellos, naturales de Cochabamba, en Bolivia, recibieron en la misma celebración los sacramentos de Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación, recibiendo una cruz como recuerdo de ese importante momento.
“La celebración fue muy alegre y acogedora, todos estábamos muy contentos por acompañar al grupo en ese momento y también por la cercanía de D. José María”, afirma D. Enrique Ferrer, párroco de Cúllar Vega y uno de los tres catequistas del grupo.
LA PRIMACIA DE LAS BIENAVENTURANZAS
Durante su homilía, nuestro Arzobispo coadjutor, hizo un reconocimiento al valor de la transmisión de la fe en la Vega de Granada: “Esta es una comunidad madura, con siglos de historia, que ha recibido su fe de sus mayores, una fe que no la guardamos en lo privado, sino una fe que nos ayuda a entender la vida y ver la existencia desde los ojos de Dios. La fe comporta una manera de vivir. A lo largo de los siglos en la Vega de Granada, habéis recibido esta fe de vuestros padres”.
Asimismo, y a partir del Evangelio de las Bienaventuranzas reflexionó con los catecúmenos sobre la necesidad de volver a la primacía de los valores del Evangelio en contraste con los valores dominantes en nuestra sociedad.
“Vivimos en un mundo que los valores que priman no son estos, los primeros no son los pobres, en este mundo nuestro con tantas diferencias, tantos descartados, no son bienaventurados los puros de corazón sino en este ambiente sensual, en el que hablar de castidad parece de otro planeta. Los valores son el poder, el egoísmo, la fe. Debemos recuperar los valores del Evangelio”, aseguró.
Culminó sus palabras invitando a los jóvenes a ser “anunciadores del Evangelio” reconociendo que “es difícil poner los valores de Jesús por encima de todo en un ambiente secularizado. Cristo está vivo, es el Señor de la historia, es a Cristo al que hay que imitar y sobretodo amar, darlo a conocer con vuestro ejemplo y testimonio”.
María José Aguilar
Secretariado de Comunicación Social