Evangelio de hoy, miércoles 10 de enero de 2024. 

-Sam 3, 1-10. 19-20

-Sal 39, 2 y 5. 7-8a. 8b-9. 10

-Mc 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.

La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.

Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.

Se levantó de madrugada, cuando todavía era muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:
“Todo el mundo te busca”.

Él les responde:
“Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido”.

Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.