El 20 de diciembre celebramos la festividad de San Filogonio de Antioquía, obispo.
San Filogonio de Antioquía. Fue un abogado y sacerdote, quien consagró gran parte de su vida, tanto al sacerdocio y entrega a la fe cristiana, como a su lucha contra el Arrianismo. Fue, sobre todo, un hombre ejemplar.
San Filogonio, nació en Antioquía de Siria, habiendo estudiado leyes, estuvo casado y formó una familia. Se destacó por llevar una vida plena de virtud cristiana, destacando su piedad y el respeto, así como la solidaridad y compasión hacia los pobres y su lucha permanente contra las injusticias sociales.
Siendo su vida colmada de virtudes cristianas, San Filogonio de Antioquía se hizo merecedor de un gran respeto y admiración, no solo por su formación y ejemplo de rectitud durante su vida, sino también, por su constante prédica de los valores cristianos y promotor de la fe.
Transcurría el año 319, durante el gobierno del emperador Romano Licinio, cuando enviudó, dedicándose por completo al sacerdocio, siendo electo por aclamación popular como obispo de la ciudad de Antioquía. Destacaba su apostolado por su acérrima lucha contra la doctrina herética conocida como Arrianismo, que propugnaba una lucha contra al concepto cristiano de la Trinidad de Padre, hijo y espíritu Santo en una misma persona.
Su compromiso pastoral y obispado fueron tal ejemplo de pulcritud y entrega cristiana, así como impulsora de la fe, que fue reconocido y admirado por sucesores, estudiosos y escritores de la vida sacerdotal antigua, entre ellos San Juan Crisóstomo.
Su posición frente al Arrianismo, que le valió fuertes enfrentamientos y enemistades, particularmente con Arrio, el artífice de esta doctrina herética, lo hizo merecer las glorias de la santidad como precursor y padre de la iglesia, en tiempos de grandes persecuciones y oposiciones a las ideas y doctrina cristiana.