La orden, fundada en 1175, regenta dos colegios de la orden en Madrid y en Toledo, y tiene en Granada su casa de espiritualidad, además de varias fundaciones en la India y en Guinea.

“Lo he vivido con mucha intensidad, con mucha alegría, con mucho amor. Porque son hermanas que se quieren mucho, son extraordinarias”, dijo la superiora de la orden, la madre sor Ana Elisa. “El cardenal les animó a seguir su vida religiosa y a que amaran mucho a Jesús y a la orden”.

Las cuatro hermanas terminaron dando las gracias a los sacerdotes concelebrantes, a todas las religiosas asistentes, a la comunidad, a todos los bienhechores y los profesores presentes en la Eucaristía.

Al ser preguntada por cuál era para una de las hermanas que celebraban su aniversario de ordenación, cuál era le mayor milagro de sus 25 años de vida conventual, comentó que “el mayor milagro que he vivido es la convivencia. Nosotros somos 22 mujeres, con cuatro viviendo ahora en Guinea Ecuatorial, vivimos con una alegría, un entusiasmo y un querer muy grande. Ese es el mayor milagro”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Archidiócesis de Granada