Todos los años la Virgen de las Angustia ha recorrido las calles de Granada, abarrotadas de personas, que querían verla, encomendarse a su protección maternal y rezarle desde lo más profundo de su corazón para pedirle por sus necesidades, porque, ¿quién no tiene en esta vida algún dolor, alguna pena o algún problema que nos preocupe?
Este año, debido a la pandemia, que tanto nos agobia, no ha sido posible esta manifestación multitudinaria de fe por las condiciones sanitarias que hay que cumplir. Sin embargo, sí ha habido Procesión, pero INVERSA, ya que la Virgen no ha salido a la calle pero las personas que han querido, han podido procesionar a su Basílica para gozar de su presencia.
A las cuatro de la tarde, un grupo de Hermanos de la Hermandad preparaban la Imagen de la Stma. Virgen para colocarla en el centro del crucero de la Basílica, para que pudiera ser visible, incluso, desde la calle. Sobre las cinco y media de la tarde, D. Blas Gerardo Gordo Jiménez, Párroco de la Basílica y Consiliario de la Hermandad, les dirigió a los hermanos presentes unas palabras y con el rezo del Ave María, y el canto de la Salve, que todos siguieron con devoción, se abrieron las puertas de la Basílica, anunciando el repique alegre de las Campanas el inicio de la “procesión”. Las personas, que estaban esperando en la puerta principal, empezaron a entrar ordenadamente, cumpliendo las condiciones sanitarias, por el pasillo central de la Basílica, encontrándose con la Imagen de la Virgen muy cercana. El paso delante de la Virgen fue ágil, para no hacer lenta la espera de las muchísimas personas , que pacientemente, esperaban en la calle para poder acercarse a la Stma. Virgen y poder disfrutar de su presencia muy próxima. En la Calle miembros de Protección Civil y Policía Municipal cuidaban para que se cumplieran las condiciones sanitarias de distancia y mascarillas.
La imagen de la Virgen estuvo recibiendo la visita de todas las personas que así lo desearon hasta cerca de las diez de la noche. El repicar de las campanas anunció que ya las puertas se iban a cerrar. El canto del Himno Oficial a la Stma. Virgen fue el final que coronó, junto con la bendición impartida por D. Blas, este Día Grande en Granada, a pesar de la pandemia.
Crónica y fotos realizadas por Antonio J. Mezcua Roelas.