Nuestro arzobispo D. Javier Martínez ha agradecido una vez más al pueblo granadinos, católicos y no católicos, su generosa colaboración con los refugiados ucranianos, desde que se puso en marcha el Programa “Ayuda a Ucrania”, iniciado por el Arzobispado de Granada en el mes de marzo cuando comenzó la guerra de Rusia contra este país.

D. Javier expresó este agradecimiento públicamente el pasado 26 de agosto, durante el acto de entrega del Premio Sirenita 2022 que la Autoridad Portuaria de Motril y el Real Club Náutico entregaron al Programa “Ayuda a Ucrania”, por su implicación y ayuda a las personas víctimas de la guerra en Ucrania. Junto al Programa “Ayuda a Ucrania” recibieron otras instituciones el galardón para reconocer su contribución al bien común y social de la provincia de Granada.

“FENÓMENO POPULAR PRECIOSO”
En sus palabras de agradecimiento, Mons. Martínez calificó de “fenómeno popular precioso” esta colaboración de los granadinos, católicos y no católicos, que durante meses entregaron sus donaciones de ayuda humanitaria -alimentos no perecederos, material de higiene personal, quirúrgico, sanitario y medicamentos- para su envío en trailers hasta la frontera con Polonia, con destino a Ucrania.

Mons. Martínez, que dio la enhorabuena a todos los granadinos, indicó que este movimiento de generosidad del pueblo “muestra la necesidad que tiene nuestro corazón de ayudar a los necesitados”. Porque, “el corazón está hecho para el afecto, para el bien y para la cooperación; no está hecho para el odio, las divisiones y enemistades”.

Hasta el momento, desde el Programa “Ayuda a Ucrania” se han enviado siete trailers con este material de ayuda humanitaria, que después regresaban con refugiados ucranianos y hoy están acogidos en nuestra diócesis.

Esta generosidad es “un momento precioso que pone de manifiesto toda la belleza de nuestra humanidad”, señaló D. Javier. Sobre el “el escándalo que sigue suponiendo esa guerra”, en referencia a la invasión de Rusia contra Ucrania, nuestro arzobispo desea que pueda superarse, “porque el daño y el sufrimiento que genera es indecible”. “Tenemos que luchar contra ello, contra el amor, sembrando amor, afecto y amistad entre unos y otros”, concluyó nuestro arzobispo, que también dio las gracias al Real Club Náutico y a la Autoridad Portuaria de Motril por este galardón que es un reconocimiento a la generosidad del pueblo cristiano de Granada.

Desde este mes de septiembre, el Seminario Mayor vuelve a abrir sus puertas para recoger las donaciones de los granadinos de material sanitario y quirúrgico, medicamentos, de higiene y aseo personal, y alimentos no perecederos, para su posterior envío a Ucrania. Asimismo, sigue abierto el bizum 04975, para las aportaciones económicas que se invierten en esta ayuda humanitaria, y que son desgravables en el impuesto de la Renta.

Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social