Ya dio comienzo oficialmente el curso 2022-23 en la Universidad de Granada. Un grupo de alumnos, profesores y empleados de la institución universitaria se dieron cita en la iglesia de San Justo y Pastor para celebrar la Misa de inicio del año académico.

Reunidos en torno al altar para dar gracias, junto al arzobispo concelebraba el delegado de la Pastoral Universitaria, D. Ildefonso Fernández-Fígares, además del sacerdote D. David Alcalde.

“Damos gracias a Dios por la existencia de la Universidad, que es una institución que nace de lo más profundo de la fe cristiana”, comenzó diciendo el arzobispo, “en el sentido de que Jesucristo es el centro de la Creación y de la historia, el que nos permite amar todas las cosas creadas y al prójimo”.

Animada por los cantos de varios miembros de la Pastoral Universtaria, el obispo recordó durante la Misa que en la vida del estudio universitaria la fe aporta esa sabiduría humana necesaria en la educación. “La fe nos puede sostener en un permanente amor a la verdad y a la búsqueda de la verdad. Un amor al bien de todos y cada uno de aquellos con los que comparto el camino de la vida”, apuntó.

Sin la sabiduría la cantidad de conocimiento generado por la ciencia de las diversas disciplinas universitarias resultaría infecundo, carente de sentido. “Tenemos un poder enorme con nuestro conocimiento, pero ¿para qué usamos ese poder?”, continuó. “Forma parte de la sabiduría de una cultura, del sentido de un fin y de una meta para el universo y para nuestras vidas. Jesucristo nos ha mostrado que cada uno de nosotros tenemos un valor infinito para Dios, y que la vida está hecha para el bien del ser humano”.

Al finalizar esta Eucaristía de inicio de curso, los alumnos y el resto de miembros del claustro académico prosiguieron con una procesión cívico-académica desde las vecina Facultad de Derecho, recorriendo las calles de Granada hasta el Hospital Real.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social