Fecha de publicación: 15 de agosto de 2011

Los 4.000 peregrinos acogidos desde el pasado jueves y hasta hoy en el marco de los llamados “Días de las Diócesis” de la Jornada Mundialde la Juventud se dirigen hoy hacia Madrid para participar en la gran fiesta de la fe, que comienza mañana, a la que ha convocado a los jóvenes de todo el mundo el Papa Benedicto XVI.

El camino emprendido hacia Madrid ha comenzado tras participar en la Eucaristía esta mañana en la Santa Iglesia Catedral presidida por Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, concelebrada por varios Obispos y sacerdotes de otros países y desarrollada en varios idiomas, como el inglés, italiano, portugués, árabe y español.

Mons. Javier Martínez
En su homilía dirigida a los jóvenes realizada alternativamente en inglés, italiano y español, el Arzobispo de Granada se ha referido a la Festividad de la Asunción de la Virgen, que celebramos hoy: “Cuando celebramos la asunción de la Virgen estamos celebrando nuestra vocación, nuestro destino, porque Su destino es nuestro destino. Ella ya está allí. Y nosotros, aunque estamos aquí y estamos cansados con agujetas, estamos ya en el cielo”, señaló.

“Somos la iglesia santa no por nuestras cualidades, no porque seamos santos del modo que lo entiende la gente, porque no tenemos defectos, sino porque Cristo está siempre presente en medio de nosotros y hace posible nuestra comunión”, explicó a los jóvenes. “Ahora vais a Madrid, y después de Madrid volveréis a vuestras iglesias. Por favor, preguntad siempre al Señor por este tipo de comunión”.

Asimismo, Mons. Martínez les habló de los dos caminos para la nueva evangelización, tal y como recordara el Santo Padre Benedicto XVI durante su última visita a España en noviembre de 2010: la belleza y el amor. “Está la belleza de la liturgia de la Iglesia, de los templos, de las obras de arte…, pero hay una belleza infinitamente más grande. Los cristianos han vivido mucho tiempo sin obras de arte y durante 4 o 5 siglos sin vestir ornamentos. Y han sido los siglos más misioneros de toda la historia de la Iglesia”, señaló.

“La verdadera belleza es la belleza de la comunión del Espíritu Santo. La verdadera belleza es la belleza de nuestra comunión. La verdadera belleza es la belleza de la unidad dela Iglesia. Unidos en torno al Vicario de Cristo, el Papa, el Sucesor de Pedro, y unidos en torno a nuestro Obispo, que, si está en comunión con Pedro, es también la garantía en nuestra Iglesia de que somos parte del Cuerpo de Cristo”.

El segundo camino del que habló Mons. Martínez para la nueva evangelización es el amor, que “al final coincide con la belleza, porque no hay nada tan bello como el amor, ni nada que genere tanta belleza como el amor”. “No los sucedáneos que fabrica el mundo. Hay una manera de mirar a las personas, llena de amor, que uno reconoce que Cristo está presente, y sólo viene de Dios”, explicó.

Ambos caminos -la belleza y el amor- “son los únicos que hacen que la nueva evangelización no sea la propagación de una ideología, sino de la vida que Cristo nos da. Sólo os invito a que viváis fieles esa vida, a disfrutarla, Cristo ha venido para que su alegría esté en vosotros en plenitud”, concluyó.