#OremosJuntos encomendando al Señor a las víctimas y a los afectados por los incendios en la querida nación chilena.
#OremosJuntos encomendando al Señor a las víctimas y a los afectados por los incendios en la querida nación chilena.
En Luca, de la Toscana, san Ricardo, padre de los santos Willibaldo y Waldburgis, peregrinando junto con sus hijos desde Inglaterra a Roma, falleció santamente durante el viaje.
Un gran santo es San Pablo Miki, natural de Japón, que entregó su vida a la Compañía de Jesús y acabó siendo el primer japonés martirizado por predicar el Evangelio durante el s. XVI. Junto a él, otros mártires que dieron su vida hasta la sangre por anunciar a Jesús.
El 5 de febrero nos acordamos de una de esas grandes mujeres de los primeros siglos del cristianismo: Santa Águeda de Catania. Hija de una familia noble, se negó a ceder a los deseos del procónsul romano que quería poseerla, después de haberse consagrado como virgen a Jesucristo . Es una de las santas más laureada por poetas, escritores y pintores de la historia de la Iglesia.
La historia de esta hija de la nobleza francesa se forjó en un entorno familiar duro. Fue despreciada en la vida palaciega pero ensalzada en su dignidad de hija de Dios. Su relación con la Virgen es paradigmática y de su mano fundó la Congregación de la Anunciación.
El 3 de febrero celebramos a San Blas, patrono en muchas localidades de nuestro país. Fue obispo y mártir que padeció bajo el emperador Licinio en la ciudad de Sebaste, en Armenia. El culto de este santo se extendió durante la Edad Media, como protector de los problemas de garganta.
En Prato, santa Catalina de' Ricci, virgen de la Tercera Orden Regular de Santo Domingo, se dedicó de lleno a la restauración de la religión. Logró experimentar en ella los misterios de la pasión de Jesucristo, gracias a su asidua meditación. Su festividad se recuerda el 2 de febrero.
San Cecilio fue el primer obispo de Granada. Murió martirizado durante las persecuciones de Nerón, quemado en el monte de Granada.
Memoria de san Juan Bosco, presbítero, que después de una niñez dura, fue ordenado sacerdote, y en la ciudad de Turín se dedicó esforzadamente a la formación de los adolescentes. Fundó la Sociedad Salesiana y, con la ayuda de santa María Domènica Mazzarello, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora, para enseñar oficios a la juventud e instruirles en la vida cristiana.
En Roma, conmemoración de santa Martina, a quien el papa Dono dedicó una basílica a su nombre en el foro romano. Su memoria se recuerda el 30 de enero.
En Roma, en el cementerio Mayor de la vía Nomentana, los santos mártires Papías y Mauro fueron dos soldados paganos que se convirtieron gracias al testimonio y ejemplo de otros mártires. Su memoria se recuerda el 29 de enero.