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Luz de la Palabra
23 de julio de 2023
Nº 1478 • AÑO XXXI

"El que tenga oídos, que oiga"

Evangelio del 23 de julio de 2023

 
-Sab 12:13, 16-19
-Sal 86:5-6, 9-10, 15-16
-Rm 8:26-27
-Mt 13:24-43
 
Otra parábola les propuso, diciendo: "El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue.
Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.
Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"
El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?"
Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo.
Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."
Otra parábola les propuso: "El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo.
Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas."
Les dijo otra parábola: "El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo."
Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.
Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: "Explícanos la parábola de la cizaña del campo."
El respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo.
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga."