INICIO
A Fondo
2 de julio de 2023
Nº 1475 • AÑO XXXI

Pastoral de la carretera

Jornada de Responsabilidad en el tráfico 2023

“Encomienda tu camino al Señor y él actuará” (Sal 37,5) es el lema de la Jornada de responsabilidad en el tráfico que la Iglesia en España celebra el primer domingo de julio, este año el día 2. 

Desde hace 55 años, el departamento de Pastoral de la carretera promueve esta Jornada coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos por las vacaciones de verano y próxima a la festividad del patrón de los conductores y transportistas, San Cristóbal, el 10 de julio.

¿CUÁL ES EL MENSAJE DE LOS OBISPOS?
El mensaje de este año, en sintonía con el lema, es una invitación, a cada uno de los conductores, para antes de iniciar el viaje rezar unos momentos al Señor para poner en sus manos “vuestro camino con la seguridad de contar con su ayuda”. La oración, “además de ponernos en relación con Dios, estimula nuestra responsabilidad”.  

Los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana recuerdan que la Jornada de Responsabilidad en el tráfico tuvo sus inicios en el Día de Oración por la carretera que se instauró en 1970 por los muchos accidentes y muertos que había en la carretera. El propósito de este día, explican, era pedir la ayuda de Dios para todos los que viven, viajan y mueren en carretera y ayudar a despertar en todos el sentido de responsabilidad cristiana en el tráfico.

“Una forma sencilla de orar –recomiendan- es hacer la señal de la cruz”. Un gesto “sencillo, pero de un gran significado de fe”. El padrenuestro, la Salve, el Ángelus, o el rosario son otras oraciones “que rezamos” a lo largo de nuestras vidas en ocasiones y circunstancias muy diversas. “Y, ¿por qué no?, también cuando viajamos las podemos rezar”.

Además, destacan que cada vez más conductores tengan presentes la oración del conductor, la del Cristo de la Carretera, la de la Virgen de la Prudencia o san Cristóbal. Los obispos y el departamento de Pastoral de la carretera precisan «que no se trata de convertir nuestro vehículo en una capilla» pero “nos complace saber” que en muchos vehículos y camiones van colgados signos religiosos o llevan imágenes de algún santo de la devoción del conductor.

“Si estos signos religiosos en el interior o exterior de nuestros vehículos -continúan-nos ayudan a rezar y elevar nuestro corazón a Dios, benditos sean todos ellos”. Porque rezar para tener un buen viaje “nos estimula a poner los cinco sentidos para conducir con responsabilidad y en las debidas condiciones”. Y “creer en el Señor, amigo de la vida (Sab 11,26), exige de nosotros cuidar de esta, la nuestra y la de los demás, con todo mimo y dedicación”.

“Encomienda tu camino al Señor y él actuará”

Mensaje de los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana ante la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico de este año 2023. 

NUESTRO CORDIAL SALUDO
Queridos hermanos y amigos transportistas y conductores:

"A vosotros, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo" (1 Cor 1,3).

Un año más, y son ya cincuenta y cinco, el primer domingo de julio, este año el día 2, los obispos responsables de este campo, con nuestro Departamento de Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española, encargados de promover la celebración de la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, os enviamos, con nuestro cordial saludo, el mensaje acostumbrado.

Lo hacemos en la proximidad de la fiesta de san Cristóbal, día 10, patrono de los conductores y transportistas, coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos por las vacaciones de verano.

Os saludamos a todos los que estáis relacionados con la movilidad humana y la seguridad vial: DGT, guardia civil, policía de tráfico, camioneros, taxistas, repartidores, conductores de autocares y autobuses, ambulancias, bomberos, cofradías de san Cristóbal, asociaciones de transportistas, de víctimas, automovilistas, motoristas, ciclistas... y usuarios de patinetes, que cada vez son más frecuentes en nuestras ciudades.

Saludamos también a los peatones que transitan por los centros urbanos y los animamos al buen uso de los pasos de peatones y aceras, con el fin de evitar posibles accidentes.

CONDUCTORES Y TRANSPORTISTAS
La movilidad humana de nuestra sociedad del siglo XXI constituye una realidad habitual y permanente. Millones de vehículos llenan nuestras calles y carreteras como algo imprescindible para los desplazamientos, unas veces para acudir al trabajo y, otras veces, para salir con la familia o los amigos de esparcimiento. A todos ellos, sin excepción, va dirigida la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico del día 2 de julio y la fiesta lúdica en honor de vuestro patrono, san Cristóbal. Como siempre, en muchísimos lugares tendréis la oportunidad de participar en la santa misa y bendecir vuestros vehículos.

"ENCOMIENDA TU CAMINO AL SEÑOR Y ÉL ACTUARÁ"
El lema de la Jornada de este año lo hemos tomado del versículo 5 del salmo 37, que dice así: "Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará".

Este año, según nos sugiere el lema elegido, os hablamos de la importancia de la oración. Se trata de una invitación directa y personal a cada uno de los conductores para que, al inicio del viaje, como suelen hacer no pocas personas, recéis unos momentos al Señor y pongáis en sus manos vuestro camino con la seguridad de contar con su ayuda. La oración, además de ponernos en relación con Dios, estimula nuestra responsabilidad.

Como información, os diremos que la pastoral de la carretera se llamó anteriormente "apostolado de la carretera" y que, ante la evidencia de los muchos accidentes y muertos que había en carretera, los obispos, en el año 1970, decidieron instaurar el Día de Oración por la Carretera con el propósito de pedir la ayuda de Dios para todos los que viven, viajan y mueren en carretera y ayudar a despertar en todos el sentido de responsabilidad cristiana en el tráfico. Este Día de Oración por el Tráfico duró hasta el año 1983 que pasó a llamarse: Jornada de Responsabilidad en el Tráfico hasta nuestros días.

ORAR CON LA SEÑAL DE LA CRUZ...
Una forma sencilla de orar es hacer la señal de la cruz. Un gesto sencillo, pero de un gran significado de fe, el de santiguarse "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

Como sabéis, "la señal del cristiano es la santa cruz porque en ella murió Jesucristo nuestro Señor para redimir a todos los hombres", de la cual san Pablo dice: "Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo" (Gal 6,14), "porque este es el signo de nuestra salvación, el signo de la salvación del género humano".

Tertuliano, un gran creyente de los primeros siglos de la Iglesia, escribía: "En todos nuestros viajes y movimientos, en todas nuestras salidas y llegadas, al ponernos nuestros zapatos, al tomar un baño, en la mesa... al acostarnos, al sentarnos, en cualquiera de las tareas en que nos ocupemos, marcamos nuestra frente con el signo de la cruz" y es que cualquier circunstancia es buena para santiguarse.

... Y CON OTRAS ORACIONES
La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes. Es la expresión de "una relación de alianza entre Dios y el hombre en Cristo" o, como dice santa Teresa de Jesús: "No es otra cosa la oración sino tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama".

Desde pequeñitos, en la familia o en la catequesis, hemos aprendido algunas oraciones como el padrenuestro, que es la oración por excelencia, el resumen y modelo de toda oración cristiana, o el avemaría, la Salve, el Ángelus, el rosario..., las cuales a lo largo de nuestra vida las rezamos en ocasiones y circunstancia muy diversas. Y, ¿por qué no?, también cuando viajamos las podemos rezar.

Son cada vez más entre vosotros los que han aprendido a rezar la oración del conductor, la del Cristo de la Carretera, la de la Virgen de la Prudencia o san Cristóbal. No se trata de convertir nuestro vehículo en una capilla. Se trata, como dice santa Teresa del Niño Jesús, de algo muy sencillo, "un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como en la alegría".

Con la sencilla definición de oración que nos ha dado santa Teresita, podemos asegurar con San Juan Crisóstomo que "conviene también que el que anda yendo de un lado para otro, intente elevar la súplica desde lo más hondo de su corazón".

ORAR SIEMPRE ES BUENO
Por todo lo anteriormente dicho, podemos decir que "orar es siempre posible: el tiempo del cristiano es el de Cristo resucitado que está con nosotros todos los días" (Mt 28,20), cualesquiera que sean las tempestades (Lc 8,24). "Nuestro tiempo está en las manos de Dios" y a él nos encomendamos cuando iniciamos nuestro viaje (Tob 5,17).

San Pablo invitaba a los cristianos a "orar continuamente" (1 Tes 5,17). Con mayor motivo lo debemos hacer cuando algún peligro nos acecha, como es el caso de ponerse en viaje. Qué hermoso poder decir con el salmo: "Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti" (Sal 15,1) y la tranquilidad que nos da saber que: "El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre" (Sal 121,7-8).

JESÚS, COMPAÑERO EN EL CAMINO
La recomendación que nos hace la Palabra de Dios: "Encomienda tu camino al Señor y él actuará" (Sal 37,5) no son palabras huecas, pues, el mismo Señor, nos asegura que él es el "camino, la verdad y la vida" (Jn 14,6) y, como buen amigo, aunque no lo reconozcamos, se acerca en persona y se pone a caminar con nosotros. Más aún, acepta sentarse a la mesa para compartir el pan y llenarnos de alegría cuando hacemos un alto en el camino (Lc 24,13-35).

Si en el Antiguo Testamento "el Señor caminaba delante de los hijos de Israel: de día en una columna de nubes, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego, para alumbrarlos" (Ex 13,21), ahora sabemos, según su Palabra, que Jesús, el Señor, está con nosotros todos los días (Mt 28,21).

LOS SIGNOS RELIGIOSOS EN LOS VEHÍCULOS
Nos complace saber que en muchos vehículos va colgado el rosario, o colocada visiblemente alguna imagen de Jesús, de la Virgen, de san Cristóbal u otros santos de la devoción del conductor. También vemos con agrado que muchos camiones, cuales pasos procesionales por nuestras calles y carreteras, llevan algunas imágenes religiosas en la visera o en los laterales de sus vehículos.

Si estos signos religiosos en el interior o exterior de nuestros vehículos nos ayudan a rezar y elevar nuestro corazón a Dios, benditos sean todos ellos.

Desde hace unos años, la pastoral de la carretera está difundiendo entre los conductores y transportistas las imágenes y oraciones de la Virgen de la Prudencia y de san Cristóbal, como una sencilla contribución para ayudarnos a encomendar nuestro viaje al Señor y confiar en él. Como dice el papa Francisco: "Déjate conducir por la mano de Dios y que la Virgen te bendiga mucho".

La oración no es algo mágico. Rezar para tener un buen viaje nos estimula a poner los cinco sentidos para "conducir con responsabilidad y en las debidas condiciones, no por temor a la multa, sino por amor a Dios y respeto a mi prójimo" y, de este modo, evitar cualquier accidente o muerte, como desgraciadamente a diario sucede en nuestras carreteras. Creer en el "Señor, amigo de la vida" (Sab 11,26), exige de nosotros el cuidar de esta, la nuestra y la de los demás, con todo mimo y dedicación.

Sí: "Encomienda tu camino al Señor y él actuará".

A la Virgen santísima de la Prudencia y a san Cristóbal, elevamos nuestras súplicas y oraciones, para que os acompañen y guíen a todos los transportistas y conductores, y cada día podáis llegar felizmente a vuestro destino disfrutando del viaje, admirando y gozando la belleza de la crea- ción de Dios y con el salmo 8, poder decir llenos de admiración: "¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!" (Sal 8,2).

Obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana Departamento de Pastoral de la Carretera de la CEE