Alegre, fuerte y discreta
Homenaje en Tocón a Josefita, la partera del pueblo
Una plaza dedicada a ella, con una placa que lleva su nombre, recuerda a esta vecina “alegre, fuerte y discreta” que ayudó a traer al mundo a la mayoría de sus vecinos mayores de 50 años. Entre los asistentes al homenaje, estuvo su nieto, D. Sergio Gordo, actualmente obispo auxiliar de Barcelona.
La llegada de un niño al mundo es la mayor de las alegrías para sus padres y familiares. Y son muchos los profesionales sanitarios que desde los hospitales ayudan a nacer a estos niños, acompañados por el trabajo de matronas que acompañan y ayudan a las madres, tanto en los momentos previos como posteriores y durante el alumbramiento.
HOMENAJE
Eso no sucedía así a principios del siglo XX. Entonces, no existían hospitales y las matronas eran mujeres que acudían a las casas a ayudar a traer al mundo a los recién nacidos. Una de esas mujeres fue Josefa Crespo Cano, más conocida en el pueblo de Tocón como Josefita.
Tocón, pueblo del que era natural Josefita, nacida en 1907, contaba con mil vecinos en las primeras décadas del siglo XX. Ahora, este pueblo acaba de rendir homenaje a su partera Josefita –matrona-, que durante años trajo al mundo a la mayoría de sus habitantes actuales que hoy en día tienen más de 50 años. Una plaza, situada en la esquina con la que fuera su vivienda, lleva su nombre: “Josefita, partera”.
El homenaje, que comenzó con la celebración de la Eucaristía en la parroquia del pueblo, se vivió como un día festivo en Tocón, al que asistieron todos sus vecinos. Entre ellos, el obispo auxiliar de Barcelona, D. Sergio Gordo, ya que es nieto de Josefita y Tocón es el pueblo de su infancia, que con cariño y corazón agradecido recordaba en estos días por asistir al homenaje a su abuela. También asistieron otros familiares, para quienes del mismo modo, junto a sus vecinos, fue un día vivido de júbilo y memoria agradecida por Josefita.
LA HUELLA DE JOSEFITA
“Josefita fue una mujer alegre, fuerte y discreta; querida y respetada por todos”, nos cuentan en la Asociación de Mujeres “Paso al futuro” en Tocón, organizadora de este homenaje, por el que estuvieron esperando más de diez años hasta que ahora ha podido llevarse a cabo. “Siempre estaremos agradecidos con Josefita, por su trabajo como partera y su dedicación a todos los que la necesitaron. Su amor y cuidado dejaron una huella imborrable en nuestras vidas”, explican desde la Asociación. “Fue un homenaje muy sencillo todo, pero muy vivido y muy emocionante”, señalan.
Josefita no lo tuvo fácil en su vida, pero su alegría y disposición siempre para ayudar ha dejado una impronta de su humanidad en los vecinos que aún la recuerdan. A los 30 años se quedó viuda con dos niños pequeños y embarazada de ocho meses. Al mes de quedar viuda, dio a luz a su tercera hija, quien fallecería un año después. Tuvo que enfrentarse sola para sacar adelante a su familia, en una época difícil para todos, pero especialmente para las mujeres. Las 200 pesetas de la época y unos billetes de tren gratis que recibió de Renfe -el llamado “kilométrico"- le ayudaron a instalar una pequeña tienda en su propia vivienda, donde dispensaba artículos para los vecinos que traía de Granada o Loja, “con una sonrisa en el rostro”.
Josefita, que siguió los pasos de su madre como partera, acudía a cualquier hora a las casas en las que se solicitaba su ayuda en el momento de los alumbramientos. “Estaba siempre dispuesta a ayudar, sin importar la hora o el tiempo que hacía. Montaba en mula o en moto para llegar a su destino si era necesario y nunca faltó a un parto”, explica la Asociación. “Además de asistir en los partos, también administraba inyecciones a quienes lo necesitaban. No cobraba dinero a sus vecinos, sólo a las familias pudientes y aceptaba ser pagada en especie”, subrayan.
Josefita era consciente de las dificultades económicas existentes en esa época. Por eso, se ocupaba de pedir ayuda y hacerla llegar a quienes lo necesitaban, para que en el alumbramiento no le faltase de nada ni a la madre ni al niño. Una ayuda tan concreta como pedir “huesos y tocino en casas de familias pudientes y preparar con amor un caldo para la parturienta”. Su esfuerzo por ayudar a traer a los niños al mundo se extendía más allá del alumbramiento, después del parto, e incluso acompañar a la madre al hospital de Granada si dicho parto se complicaba. “Después de cada nacimiento, Josefita visitaba diariamente a los bebés hasta que se le caía el cordón umbilical y les bañaba”.
“Siempre estaremos agradecidos con Josefita por su trabajo como partera y su dedicación a todos los que la necesitaron. Su amor y cuidado dejaron una huella imborrable en nuestras vidas”, señalan en la Asociación de mujeres “Paso al futuro”. El homenaje es una muestra de ese recuerdo agradecido en el corazón de sus vecinos, que, 23 años después de su fallecimiento, siguen recordando a Josefita como una mujer que ha dejado huella en Tocón.
Paqui Pallarés