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14 de mayo de 2023
Nº 1469 • AÑO XXXI

Pascua del Enfermo

"Déjate cautivar por su rostro desgastado"

La Iglesia en España celebra el 14 de mayo la Pascua del Enfermo. Con esta celebración concluye la Campaña que se inició el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, con la Jornada del Enfermo a nivel mundial. El lema de este año es "Déjate cautivar por su rostro desgastado", que pone el foco en el cuidado de los mayores.

Los obispos recomiendan leer el documento de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida, “La ancianidad: riqueza de frutos y bendiciones” que "nos será de gran ayuda para fomentar esa "mirada", que nos permite descubrir el valor de la vejez y promover una actitud de estima hacia los mayores; nos hará más sensibles ante los particulares retos que se les presentan: la soledad no deseada ni buscada, la merma de sus facultades, la dependencia respecto de los demás, etc; nos ayudará a descubrir que no sólo son objeto de la actividad pastoral, sino, también, miembros activos, imprescindibles, en la tarea de evangelización, que pueden tener un papel educativo esencial en la transmisión de la fe, en la memoria de las raíces, en el testimonio de la oración; nos servirá para cuidar la espiritualidad de los ancianos, su necesidad de intimidad con Cristo y de compartir su fe, como una tarea de caridad en la Iglesia; y, en fin, nos enseñará a acompañarlos y dejarnos acompañar por ellos".

También señalan que "es hora de actuar" para que "los que avanzan en años puedan envejecer con dignidad, sin temor de ser rechazados y de no contar para nadie". Por eso proponen propiciar en los contextos eclesiales una actitud de mayor escucha, cuidado y discernimiento sobre sus necesidades. Y hacer una reflexión "cuidadosa, clarividente y honesta sobre cómo la sociedad contemporánea debería "acercarse" a la población de edad avanzada". Teniendo en cuenta que "más que estrategias, se necesitan relaciones humanas de las que surjan redes de colaboración y solidaridad entre diócesis, parroquias, comunidades laicas, asociaciones y familias".

 
OTROS MATERIALES PARA LA CAMPAÑA
El departamento de Pastoral de la Salud ha preparado una serie de materiales para esta Jornada en los que explican las líneas fundamentales de la Campaña, ofrecen unos temas para la formación y para reflexionar sobre el cuidado de los mayores y un subsidio litúrgico para las celebraciones eucarísticas del día. Además de un cartel y una estampa.

TENED LA CERTEZA DE ESTAR CADA UNO EN EL "CORAZÓN" DE LA IGLESIA
El obispo responsable de la Pastoral de la Salud, Mons. Vicente Ribas Prats, dedica las primeras líneas de la presentación de los materiales a saludar y agradecer la misión pastoral de los que "cuidáis a quienes padecen por la enfermedad y las limitaciones que los años nos van imponiendo". Una misión pastoral que "siempre actualiza la caridad de Cristo que tuvo en los que sufren a sus preferidos. Tened la certeza de estar cada uno en el "corazón" de la Iglesia".

En esta Campaña del enfermo, explica, "se nos pone en primer plano a nuestros mayores". Se nos propone "dejarnos cautivar por su rostro” y acoger la invitación del papa Francisco de "volver a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño” (Evangelii gaudium 288).

"Conviene más que nunca -afirma- comenzar una reflexión cuidadosa, clarividente y honesta sobre cómo la sociedad contemporánea debería “acercarse” a la población de edad avanzada (Academia Pontificia para la Vida, La vejez: nuestro futuro…). Y puntualiza, "No se necesitan estrategias, sino relaciones humanas".

FORMARSE PARA EL CUIDADO
Los materiales de formación que ha editado el departamento de Pastoral de la Salud están orientados a ayudar a los que trabajan en esta Pastoral y a las comunidades parroquiales que llevan a cabo la labor de visitar y acompañar "a quienes viven en el otoño de la vida, dejándonos cautivar por su mirada".

Se proponen distintos temas relacionados con el cuidado a los mayores y el acompañamiento a los que acompañan, tanto familiares como profesionales. Además, de unas propuestas concretas en la pastoral del mayor.

También se pueden encontrar entre los materiales de la campaña cinco criterios para la reflexión: Promover una actitud de estima hacia los mayores, la familia es el ámbito adecuado para el cuidado de los mayores, integrarlos en la misión evangelizadora de la Iglesia, cuidar la espiritualidad de los mayores, y una pastoral transversal e intergeneracional.

No me rechaces ahora en la vejez, no me abandones (Sal 71,9)

“La enfermedad forma parte de nuestra experiencia humana. Pero, si se vive en el aislamiento y en el abandono, si no va acompañada del cuidado y de la compasión, puede llegar a ser inhumana” (Mensaje del Papa Francisco para la XXXI Jornada Mundial del Enfermo en 2023).

En este Mensaje el Papa nos invita a evitar la “cultura del descarte” y caminar juntos en la enfermedad “según el estilo de Dios, que es cercanía, compasión y ternura”.

La necesidad del “cuidado y de la compasión” es particularmente necesaria en las personas que añaden a la enfermedad el peso de los años, de ahí la importancia de “dejarnos cautivar por su rostro desgastado”. Por ello en la Campaña del Enfermo, que transcurre entre el 11 de febrero y el VI domingo de Pascua (14 de mayo) de este año 2023, pondremos el acento en la importancia del cuidado de los mayores.

La Jornada Mundial del Enfermo, como nos explicaba San Juan Pablo II en la Carta apostólica “Salvifici doloris”, busca “sensibilizar al pueblo de Dios y, por consiguiente, a las varias instituciones sanitarias católicas y a la misma sociedad civil, ante la necesidad de asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos”. “Ayudar al enfermo a valorar, en el plano humano y sobre todo en el sobrenatural, el sufrimiento”. “Hacer que se comprometan en la pastoral sanitaria de manera especial las diócesis, las comunidades cristianas y las familias religiosas”. “Favorecer el compromiso cada vez más valioso del voluntariado”. “Recordar la importancia de la formación espiritual y moral de los agentes sanitarios”. “Hacer que los sacerdotes diocesanos y regulares, así como cuantos viven y trabajan junto a los que sufren, comprendan mejor la importancia de la asistencia religiosa a los enfermos”.

LÍNEAS FUNDAMENTALES DE LA CAMPAÑA


"Cuida de él" (Lc 10,35) es la recomendación del samaritano al posadero. Jesús nos lo repite también a cada uno de nosotros, y al final nos exhorta: "Anda y haz tú lo mismo". Como subrayé en Fratelli tutti, "la parábola nos muestra con qué iniciativas se puede rehacer una comunidad a partir de hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que se hacen prójimos y levantan y rehabilitan al caído, para que el bien sea común" (n. 67). En realidad, "hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor. No es una opción posible vivir indiferentes ante el dolor" (n. 68)” (Mensaje del Papa Francisco para la XXXI Jornada Mundial del Enfermo en 2023).

Los ancianos han estado entre los más afectados por la pandemia. El número de muertos entre las personas mayores de 65 años es impresionante. El Papa Francisco no deja de señalar esto: “Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así. Pero en realidad algo semejante ya había ocurrido a causa de olas de calor y en otras circunstancias: han sido cruelmente descartados. No advertimos que aislar a los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia” (Carta Encíclica “Fratelli tutti”, 19).

Algunos documentos que nos pueden ayudar en esta campaña:

  • Academia Pontificia para la Vida, “La vejez: nuestro futuro. La condición de los ancianos después de la pandemia”.

  • Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, “Conclusiones hacia una pastoral de las personas mayores”.

  • Catequesis sobre la ancianidad del Papa Francisco.
    “La ancianidad: riqueza de frutos y bendiciones”. Subcomisión Familia y vida CEE.

CRITERIOS PARA LA REFLEXIÓN
1. Promover una actitud de estima hacia los mayores.

  • Pueden tener un papel educativo esencial en la transmisión de la fe, en la memoria de las raíces, en el testimonio de la oración.
  • Poner fin a la cultura del descarte.

o Evitar que pidan ser internadas en una residencia para no ser una carga.
o En el futuro, la sensación de la propia inutilidad podría tener resultados aún más preocupantes. Y en algunos países la eutanasia ya se propone a las personas mayores solitarias y cansadas de vivir.
o Cuando se preguntan si su vida sigue siendo útil o de interés para alguien, indica un vacío que la pastoral de la Iglesia debe llenar.

2. La familia es el ámbito adecuado para el cuidado de los mayores.

  • La “familia”, en iguales condiciones, ha protegido mucho más a los ancianos.

  • Aislar a los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano

    acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia.

  • La soledad podemos curarla con la caridad, la cercanía y el consuelo espiritual.

  • La familia, el hogar, el propio entorno representan la elección más natural para

    cualquiera.

  • Cuando la propia casa ya no es adecuada, no caer en una “cultura del descarte”,

    que puede manifestarse en la pereza y en la falta de creatividad para buscar soluciones eficaces cuando la vejez también significa falta de autonomía.

  • Reinventar una red más amplia de solidaridad, no necesaria y exclusivamente basada en lazos de sangre, sino articulada según la pertenencia, la amistad, el sentimiento común, la generosidad recíproca para responder a las necesidades de los demás.

  • Ayuda a las familias

o Apoyar a las familias, para permitir que los ancianos vivan esta fase de su existencia de una manera “familiar”.
o Cuidadores y voluntarios debidamente capacitados.
o Crear, en torno a la casa de los ancianos, un sistema integrado de asistencia y cuidados capaz de hacer posible la permanencia en la propia casa o en la de los miembros de la familia.
o Una alianza cuidadosa y creativa entre las familias, el sistema socio sanitario, los voluntarios y todos los actores implicados puede evitar que una persona mayor tenga que abandonar su hogar.
o Apoyar el asociacionismo familiar: las familias por sí solas no pueden con todo. Es necesario fomentar las redes entre las familias, para que sientan que pueden compartir sus esfuerzos y responsabilidades con otras familias.

3. Integrarlos en la misión evangelizadora de la Iglesia.

• Los mayores que forman parte de nuestras comunidades son actores de la nueva evangelización para transmitir ellos mismos el Evangelio.

o Con el apostolado de la oración con el que ¡puede abrazar el mundo y puede cambiarlo con su fuerza!

o Con el ofrecimiento de sus limitaciones, su sufrimiento físico o moral. Sabiéndose los hermanos de Cristo sufriente y con él, si quieren salvan al mundo.

o Vuestro silencioso testimonio es un signo eficaz e instrumento de evangelización para las personas que os atienden y para vuestras familias,(Benedicto XVI) en la certeza de que ninguna lágrima, ni de quien sufre ni de quien está a su lado, se pierde delante de Dios.

  • Considerar a las personas mayores como parte del Pueblo de Dios y no sólo como objeto de atención caritativa.

  • Valorar los dones y carismas de las personas mayores, en la actividad caritativa, en el apostolado, en la liturgia, por ejemplo, implicándolas más en el diaconado permanente, en los ministerios del Lectorado y del Acólito. Pero también en los servicios litúrgicos, en el trabajo de secretaría de la parroquia, y como ministros de la Eucaristía.

4. Cuidar la espiritualidad de los mayores.


  • La pastoral de los mayores debe apuntar al crecimiento espiritual de cada edad, ya que el llamado a la santidad es para todos.

  • Cuidar la espiritualidad de los ancianos, su necesidad de intimidad con Cristo y de compartir su fe, es una tarea de caridad en la Iglesia.

  • Sentirse querido, escuchado, son parte de las necesidades espirituales. Cambiar el activismo de algunos contextos eclesiales en una actitud de mayor escucha, cuidado y discernimiento de las necesidades de aquellos que van más despacio.

  • Con el cuidado de los sacramentos: Reconciliación, Eucaristía y Unción de los enfermos (no anuncia la muerte, es una fuerza para afrontar con serenidad y confianza cualquier dificultad del alma y del cuerpo).

• Con el diálogo espiritual: necesitan que nos ocupemos de los interrogantes, de la necesidad de intimidad con Cristo y de la participación en la fe, que existe también en las edades más avanzadas de la vida.

5. Una pastoral transversal e intergeneracional

  • No establecer la pastoral de las personas mayores como un sector aislado, sino según un enfoque pastoral transversal. Integrar labor de parroquias, instituciones: Cáritas, asociaciones de Residencias...

  • Un fuerte deseo de conversión del corazón para captar el significado profundo del valor de la persona anciana y una actitud de don entre generaciones.

  • Es necesario que en todos los ámbitos de nuestro compromiso eclesial los tengamos en cuenta: la pastoral juvenil, familiar, laical.