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Mirada
5-9 de abril de 2023
Nº 1464 • AÑO XXXI

Martes Santo

La Catedral acogió, un año más, la Misa Crismal en la diócesis de Guadix

El Martes Santo se celebra, en la diócesis de Guadix, la Misa Crismal. Y así se hizo el martes 4 de abril, en la Catedral, con una celebración presidida por el obispo, D. Francisco Jesús Orozco, y concelebrada por todos los sacerdotes. Asistieron, además, miembros de la vida consagrada y laicos de Guadix y de otras parroquias de la diócesis.

La Misa Crismal es una celebración muy especial. Su día propio es el Jueves Santo, pero, para facilitar la asistencia de los sacerdotes y los fieles, se adelanta a otro día. En la diócesis de Guadix suele ser el Martes Santo. En esta Misa, el obispo consagra el Crisma y bendice el Óleo de Catecúmenos y el Óleo de Enfermos, que se llevarán a las parroquias y se utilizarán, a lo largo del año, en Sacramentos como el Bautismo, la Confirmación, la Unción de Enfermos y el Orden Sacerdotal.

Pero, también, la Misa Crismal es una celebración muy especial para los sacerdotes, pues renuevan sus promesas sacerdotales ante el obispo y la comunidad eclesial. Y así se vivió en la diócesis de Guadix.
Se trata, por tanto, de una jornada sacerdotal que comenzó con un tiempo de retiro de los sacerdotes, como preparación de la fiesta. Este año, el encargado de hablar a los sacerdotes ha sido el párroco de Benalúa y subdelegado de Medios de Comunicación, Antonio Travé, que habló del Crisma, de lo que implica estar ungidos y de todo lo que la Iglesia celebra en torno a la Misa Crismal. Este primer momento tuvo lugar en la iglesia del Sagrario. Después, todos se desplazaron a la catedral para celebrar la Misa Crismal.

En la homilía, el obispo habló se la unción, de lo que conlleva estar ungidos con el Crisma, desde los sacerdotes hasta los laicos. Y todo, porque “la Misa Crismal es la Misa de Cristo, el ungido por el Espíritu Santo, y es también la misa de la iglesia, pueblo santo de Dios, esposa de Cristo, que es ungida por el Espíritu Santo que brota del corazón de Cristo, su esposo. Esta verdad se hace presente en todas las celebraciones de la santa Misa, pero hoy de manera especial la Iglesia se viste de gala de fiesta, fiesta de la unción y fiesta de los sacerdotes, fiesta sacerdotal, para dar gracias a Dios por Jesucristo, en el Espíritu Santo, ya que Dios nos regala ser hijos en su Hijo y nos regala en abundancia este Espíritu Santo que brota de Cristo y nos unge a nosotros como pueblo santo de Dios”, dijo el obispo.

Recordó que, junto a los Óleos, en la Misa Crismal se consagra el Crisma, por el que somos ungidos. Así, recordó que los sacerdotes son ungidos para servir. Pero también los laicos: “damos gracias al Señor por los fieles laicos, por vuestra tarea y vocación, tan importante en la iglesia. Con los trabajos sinodales, y especialmente por medio de la visita pastoral, se puede apreciar una diócesis articulada en el servicio de muchos laicos en las parroquias, en los grupos, en los movimientos, en las hermandades y cofradías… en todas las realidades eclesiales estáis presentes y sois, querido laicos, el gran pueblo de Dios”.

También tuvo palabras para los consagrados, de los que dijo “sois un reclamo permanente a la santidad a la que todos estamos llamados. Habéis recibido esta gracia de manera prematura para vivir el radicalismo evangélico y de esta forma empujar a todo el pueblo cristiano. También a nosotros los sacerdotes nos tenéis que empujar con vuestra oración y con vuestro testimonio de vivir con radicalidad los consejos evangélicos, y a los laicos, y a los jóvenes, y a los niños, a los matrimonios, a los misioneros… a toda la iglesia”.

Uno de los momentos importantes de la Misa Crismal llegó después de la homilía, cuando los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales. Después, durante la celebración, el obispo consagró el Crisma y bendijo los Óleos, tanto el de Catecúmenos como el de Enfermos, que se utilizarán durante el año en la administración de los Sacramentos.

Terminó la mañana del Martes Santo con una comida en fraternidad de todos los sacerdotes, celebrando también así, con esta otra mesa, este día de fiesta sacerdotal anticipo del Jueves Santo.

Antonio Gómez