Baza
Rosario y flores blancas para la Inmaculada
Nos hemos vuelto a reunir un grupo de hombres y mujeres para rezar el Rosario. Sin miedo de manifestar nuestra fe. Cristianos corrientes, que amamos a Cristo y a su Iglesia. Como todos los primeros sábados de cada mes, en una plaza muy conocida de Baza, en la plaza del Arco de la Magdalena, ante la imponente iglesia Mayor.
Realzó este acto de reafirmación mariana el matrimonio formado por Mariano y su mujer Sole. Con sus voces y sus canciones nos conmovieron a todos. Faltaba, entre nosotros, Cati, una gran mujer y una cristiana de fe profunda, que nos dejó el día 30 de diciembre. Pedimos especialmente por el eterno descanso de su alma. Estamos seguros que nos vio desde el Cielo.
No éramos muchos, pero no nos importaba. Hacía frío ese día 7 de enero. Nos veían con asombro muchos viandantes, que pasaban presurosos. De todas las edades. Sorprendidos. Nos veían rezar y se quedaban mirando por unos instantes, mientras seguíamos desgranando avemarías. Sin prisa. Con amor. Tal vez provocando en ellos un destello de luz divina que iluminó por unos momentos sus almas.
Un hecho llamó mi atención. Mientras rezábamos el Rosario una bandada de palomas llegó a esa plaza del Arco de la Magdalena. Se fueron colocando en los alféizares de las ventanas que miraban al monumento de la Inmaculada. También en los aleros. Sin organizar ningún revuelo. Así siguieron mientras rezábamos. A veces los seres irracionales nos dan muchas lecciones de cómo demos corresponder a ese Dios bueno, que nos ama. Este hecho me hizo recordar lo ocurrido en Portugal en el año 1946.
LAS PALOMAS DE LA VIRGEN
En ese año de 1946, Portugal celebró el 300 aniversario de su consagración a la Inmaculada Concepción. Con el fin de manifestar su gran amor por Nuestra Señora de Fátima, el pueblo deseaba hacerlo con pompa y grandeza. Se organizó una gran procesión con la imagen de Nuestra Señora, que se inició en la Cova de Iria y terminó en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en Lisboa, a 70 kilómetros de distancia.
Los hombres, llevaban la imagen sobre una plataforma, todo el camino a pie, haciendo el cambio de la «guardia» en cada ciudad a lo largo del camino. En cada una de las ciudades a lo largo de la ruta, masivas multitudes llegaban para mostrar su devoción con diferentes festividades, incluyendo la adoración nocturna, y concluyendo con la Santa Misa en la mañana, antes de que ella retomase su viaje nuevamente.
Como muestra de honor y en acción de gracias, seis palomas blancas fueron lanzadas al aire el 1 de diciembre de 1946. Tres de ellas volaron a los pies de Nuestra Señora y permanecieron allí durante todo el viaje a Lisboa. Se negaron a comer o beber e ignoraron toda la conmoción y el ruido mientras pasaban por las aldeas. Pétalos de rosa fueron arrojados a Nuestra Señora y de paso, contra las palomas. Luces y fuegos de artificio estallaron en los cielos nocturnos, pero las palomas permanecían a los pies de la imagen de Nuestra Señora.
De vez en cuando, las palomas se alejaban un poco de la imagen, como para demostrar que no estaban atadas allí. Este notable acontecimiento causó tal sensación, que los periódicos locales registraron todos los detalles y la noticia despertó el interés en todo Portugal.
UN ROSARIO POR LA PAZ
Un Rosario reparador por tantas ofensas y pecados. Un Rosario por la paz, que es, no lo olvidemos, un don de Dios, que requiere la conversión de nuestros corazones. Hay que volver a Dios para tener esa paz tan necesaria. En el mundo, en España, en nuestras familias y en definitiva en nuestros corazones, donde debe reinar Nuestro Señor. Un Rosario por el Papa, por nuestro obispo don Francisco Jesús y las necesidades de la Iglesia.
FLORES BLANCAS PARA MARÍA
Hemos puesto flores blancas ante el monumento de la Inmaculada. Una forma de proclamar ese dogma tan hermoso, la Virginidad perpetua de la Virgen María. Tan necesario en un mundo entregado a la lujuria, la impureza y la falta de pudor. Tenemos que levantar la bandera de la castidad en un mundo entregado al placer más rastrero y ruin, que degrada y envilece la condición humana.
Volveremos el día 4 de febrero y el 11 de febrero, Festividad de la Virgen de Lourdes, un Rosario que aplicaremos por los enfermos y moribundos, que también necesitan de nuestras oraciones y, entre otras, el consuelo del Rosario. Esperamos que el Ayuntamiento de Baza pronto reponga la Corona que falta a la Inmaculada, que está allí en ese Plaza del Arco de la Magdalena desde el año 1954, cuando Pío XII estableció el primer Año Mariano, al cumplirse un siglo desde la definición del dogma de la Inmaculada Concepción. A Jesús por María.
José Gabriel Concepción
Baza