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Mirada
1 de enero de 2023
Nº 1451 • AÑO XXXI

Despedida

Adiós querido “Chache”, en la muerte de D. Francisco Domingo Lorén

Francisco Domingo Lorén ha pasado a la casa del Padre eterno el día del mártir san Esteban. Desde Roma me acabo de enterar y tengo un gran dolor.

Don Juan García-Santacruz, que fue obispo de Guadix, me decía que si había visitado a “mi chache”, así es como él entendía la relación mía con Don Francisco. Hermanos en el presbiterio y en la fe, pero como familia en la vida de cada día. Y es que, como se sabe, “chache” se utiliza para referirse a alguien con el que existe una relación de afecto. Normalmente se utiliza en el ámbito familiar o de amistad y además la palabra tiene un trasfondo cariñoso.

Don Francisco provocó mi vocación que otros supieron descubrir. Siempre había querido parecerme un poco a él, aunque hemos sido muy distintos en todo, pero muy unidos en el sacerdocio y en la vida.

Don Francisco fue el sacerdote de mi infancia, cuando inicié mi camino como monaguillo. Siempre ha estado presente en la vida de toda mi familia y en la vida del pueblo de Cúllar (Baza) en todos los años que estuvo allí. Un sacerdote pastor con un gran sentido del humor que te hacía sentirte bien en su compañía. Amaba a los sacerdotes y a la diócesis. Al final de su ministerio sacerdotal en la diócesis de Guadix compartimos pastoral en el Arciprestazgo del Marquesado y después fui su sustituto en los pueblos que él pastoreo, donde sé de buena fe, que ha dejado una gran huella como sacerdote donde ha podido escuchar y ayudar a bastante gente.

Cuando la enfermedad lo apartó de la pastoral, todas las semanas lo encontraba para conversar y compartir con él y su familia la vida y la pastoral. Asistíamos juntos a los acontecimientos de la diócesis. Lo llevo en mi corazón y desde Roma seguíamos manteniendo bastante comunicación hasta hace dos o tres días que estuvimos hablando por teléfono.

Estoy seguro que estará gozando el reino de Dios en el que tanto ha creído y tanto ha predicado. El amor de Dios ha sido uno de sus temas favoritos y también ha intentado ponerlo en práctica con limitaciones, naturalmente, pero con gran responsabilidad.

Me faltan tantas palabras para expresar lo que siento, pero sé que mucha gente podrá completarlas porque en muchos ha dejado una gran huella y testimonio del Dios Padre que tanto nos ama.

José Mª Tortosa Alarcón
Párroco de Santa María del Soccorso en Roma