Beata Ana María Aranda
Mártir perseguida por su fe
Nace en Denia, en la provincia de Alicante, el 24 de enero de 1888 en el seno de una familia acomodada que cuidó mucho su educación. Recibió la enseñanza primaria en el colegio de las Hermanas Carmelitas. Piadosa desde joven, militó con mucho celo en las Hijas de María, en la Acción Católica y en el Ropero de San Vicente de Paúl. Era muy devota de la eucaristía y de la Virgen María y asistía a la misa y comulgaba diariamente.
No le había hecho daño a nadie ni había dado motivo alguno para que nadie la odiase y fue sólo su acendrado catolicismo y su decidida defensa de los derechos de la Iglesia lo que provocó su detención en la cárcel de mujeres de Valencia cuando llegó la revolución de 1936.
Fue conducida a la Cárcel de Mujeres de Valencia, donde se preparó para morir, rezando el rosario todos los días junto con otras compañeras de prisión. Lo llevó con gran paciencia y humildad y se dedicó a la oración y al consuelo de sus compañeras de prisión, con las que diariamente rezaba el santo rosario.
Fue ametrallada en el Picadero de Paterna el 14 de octubre de 1936. Fue beatificada el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II.