Comunión fraterna
Reunión en Dúrcal de los sacerdotes ordenados en los últimos diez años
El pasado lunes día 26 de septiembre, los sacerdotes ordenados en los últimos diez años, tuvimos la oportunidad de poder reunirnos en la Parroquia de Dúrcal, en un clima muy familiar, para compartir una jornada juntos y organizar este tipo de encuentros, a los que denominamos decenio, para el ya presente curso pastoral.
La mañana comenzaba a las 11h, con un cuidado desayuno en el patio parroquial, preparado por D. Joaquín Alcalde, párroco de Dúrcal, las religiosas (…) y la comunidad parroquial.
La convocatoria había sido lanzada por el nuevo Vicario para el Clero de la Archidiócesis de Granada, D. Antonio Jesús Pérez, y la respuesta generosa del clero joven de nuestra diócesis, puso de manifiesto ese deseo de estar juntos y compartir la vida; deseo que también está presente hoy en el corazón del sacerdote de nuestro tiempo.
Después del desayuno en clima distendido e informal, que brindaba la posibilidad de saludar a los que hacía tiempo no veíamos, pudimos disfrutar de un poco de historia de la Parroquia de la Inmaculada Concepción y de sus obras de arte más significativas, de la mano de Don Antonio, feligrés de la misma. Seguidamente, nos fuimos paseando a la ermita de San Blas, el venerado y querido patrón de la localidad, donde tuvo lugar la adoración eucarística. Las palabras que Don Tommaso Bernetti, sacerdote que también forma parte del decenio, compartía con nosotros a raíz de distintos pasajes de la Sagrada Escritura, nos invitaban a refrescar la intimidad con el Señor y a caer en la cuenta de que sólo Él es el fundamento y sentido de nuestra entrega pastoral. Fueron momentos de silencio y de intimidad con el Señor; momentos de canto y adoración; momentos de petición por los retos que están por venir, y momentos de agradecimiento por los ya vividos.
Ya de vuelta, reunidos en el salón parroquial, Don Antonio Jesús ponía de manifiesto que nuestro encuentro es también expresión del cariño y cuidado que el Obispo le debe a sus sacerdotes jóvenes, como una de sus tareas pastorales más importantes. Cuidar y disfrutar de la fraternidad sacerdotal, vernos como auténticos hermanos en el presbiterio, ha de ser también una tarea prioritaria del propio presbítero. Estos encuentros no sólo nos ayudan a tomar conciencia de que compartimos la misma misión, sino que también nos damos cuenta que compartimos dificultades, problemas y retos pastorales.
En un diálogo sencillo y amistoso, animados por Don Antonio Jesús, fuimos compartiendo nuestras inquietudes con el deseo de construir juntos lo que queremos que sean este tipo de encuentros. Propuestas, risas y bromas se entrelazaban e iban decantando las ideas generales de todo el grupo, que nuestro responsable para el Clero cuidadosamente anotaba en su cuaderno.
Este mismo clima familiar continuó y se prolongó durante el almuerzo y, después, un breve paseo para visitar el “puente de lata” dio paso a la celebración de la Eucaristía, el momento más especial de nuestra jornada, ya que también en este Misterio de nuestra fe vemos realizada la vida del presbítero. La misa, en la que participó un considerable número de fieles, fue presidida por el mismo párroco de Dúrcal, en cuya predicación y a raíz del Evangelio de Lucas que nos regalaba la liturgia de ese día, exhortó a los hermanos sacerdotes a ser imitadores de Cristo y a seguir su ejemplo de humildad. La celebración concluyó con los agradecimientos a todos los que habían hecho posible este fraternal encuentro; y Don Antonio Jesús, a petición del anfitrión, recordaba tanto a fieles como a sacerdotes, que uno de los títulos de la Iglesia es “madre”, y eso significa que estamos llamados a cuidarnos mutuamente unos a otros, entre pastores y fieles.
Antonio Jesús Pérez