Monasterio de San Jerónimo
La Policía Nacional celebra a sus patronos, los Santos Ángeles Custodios
La Policía Nacional en Granada ha celebrado en esta mañana, 4 de octubre, la Eucaristía en conmemoración de sus patronos, los Santos Ángeles Custodios, que ha estado presidida por D. Francisco Tejerizo, vicario territorial, en el Monasterio de San Jerónimo y ha contado con la presencia de sus mandos y decenas de efectivos del cuerpo.
El Monasterio de San Jerónimo ha acogido en la jornada de hoy, día 4, la tradicional Eucaristía en conmemoración de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional, cuya festividad se conmemora en la Iglesia el 2 de octubre.
En esta ocasión, la Misa estuvo presidida por D. Francisco Tejerizo, Vicario territorial de la zona I en representación de nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, de parte de quien expresó su afecto y agradecimiento por la labor realizada a los altos mandos y efectivos del cuerpo de la Policía Nacional en Granada presentes en la celebración.
La Eucaristía, que estuvo concelebrada por el sacerdote diocesano y director de Proyecto Hombre Granada, D. Manuel Mingorance, se desarrolló también con la presencia de la Sagrada imagen de Nuestra Señora de la Soledad en el altar mayor, cuyo Reconocimiento Canónico Pontificio de su Coronación se celebrará el próximo 1 de noviembre en la Catedral.
VOCACIÓN PARA PROTEGER Y SERVIR
Durante su homilía, el vicario destacó su “gratitud por estar atentos a las necesidades del bien común del ser humano y vivir esto como vocación, especialmente para cuidar y proteger a los pobres y los más necesitados”.
“Gracias a Dios porque el no se desentiende de su creación, cuenta con nosotros y nos da una vocación para vivir al servicio del prójimo. Nuestro interior está necesitado de amor y compañía. Podemos tener confianza de que, al igual que en otros momentos de la historia, Dios nunca abandona a su pueblo”, destacó.
Asimismo, explicó que los Santos Ángeles Custodios son parte de la realidad profunda que tiene toda persona humana. “Gracias por vuestra colaboración y servicio, gracias por vivir vuestra vocación no solo como una profesión sino como una dimensión que tiene en cuenta la dimensión interior y profunda del ser humano”, culminó.
María José Aguilar