Historia del órgano catedralicio
La majestuosidad y relevancia del órgano de la epístola de la Catedral de Granada
En 1745, el maestro Leonardo Fernández Dávila, uno de los maestros organeros más importantes de la época, conocido entonces como El cascabel de la organería, construía el órgano de la epístola de la Catedral de Granada. Su majestuosidad sólo es semejante al órgano gemelo que se halla enfrente en el mismo templo catedralicio.
El órgano de la epístola consta de unos 3000 tubos y de una consola de tres teclados manuales de 49 notas y un teclado de cifras cromático compuesto por 13 notas y dos timbales, 72 medios registros, repartidos en bajos y triples, así como en los tres teclados.
La relevancia de este instrumento de la epístola y de la caja (mueble) en el que se alberga trasciende no sólo a la ciudad de Granada, sino a toda la península ibérica, ya que se trata de uno de los grandes órganos emblemáticos de estilo barroco ibérico, siendo éste el estilo identificativo de España en el conjunto de los órganos históricos de todo el mundo.
Actualmente, se encuentra en proceso de restauración, a través de los fondos del Plan Alhambra de la Junta de Andalucía. Estos trabajos permitirán recuperar la esencia original del órgano, que, al mismo tiempo, es uno de los más originales de la época. Una recuperación que volverá a traer a la Catedral la sonoridad original de un gran órgano catedralicio, que no está totalmente inutilizado, sino que requiere de una mejora para recuperar su esplendor del siglo XVIII.
Este órgano destaca por su pureza estilística y por el momento histórico en que fue construido, ya que su construcción data de una época de mayor auge de órgano barroco ibérico. Además, su autor, Leonardo Fernández Dávila, es uno de los más importantes de la Península del siglo XVIII. Y es que las dimensiones del instrumento reflejan el más alto nivel de conocimiento técnico y estético de su autor, considerado el mejor organero de ese siglo, que fue también profesor de matemática y maquinaria armónica. Leonardo Fernández Dávila, además del órgano de la catedral de Granada, también construyó el de la catedral de Jaén, Almería y trabajó en el proyecto de un órgano para la catedral de Málaga, que finalmente no se llegó a construir.
DOS ÓRGANOS EN LA CATEDRAL DE GRANADA
En la nave central del templo catedralicio granadino se hallan los dos órganos gemelos: el de la epístola, actualmente en restauración, y el del evangelio, que también data del siglo XVIII (1749). Este último, que sufre una contundente transformación en 1928, es el que habitualmente se utiliza para los conciertos organizados en la Catedral en su ciclo de “música y tiempo litúrgico”.
Dos siglos antes, desde 1521 la Catedral dispone de órganos pequeños y grandes, ya que es en esa fecha cuando el templo adquiere este tipo de instrumentos. Un instrumento que ya desde el 16 de mayo de 1561 se recoge en un acta del Cabildo de la época dónde se ubicará el órgano grande en la Catedral de Granada.
Paqui Pallarés