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Signo y Gracia
17-19 de junio de 2022
Nº 1427 • AÑO XXX

Teología de los sacramentos

La Iglesia es un sacramento

“La Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano...” (LG 1). “Del costado de Cristo dormido en la cruz nació “el sacramento admirable de la Iglesia entera” (SC 5). “Las acciones litúrgicas... son... celebraciones de la Iglesia, que es “sacramento de unidad”, es decir, pueblo santo congregado y ordenado bajo la dirección de los Obispos” (SC 26).

EFECTOS DE LOS SACRAMENTOS
“Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios... también tienen un fin pedagógico... suponen la fe... la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y de cosas; por esto se llaman sacramentos de la “fe”. Confieren la gracia... su celebración prepara a los fieles para recibir fruc­tuosamente la gracia, rendir el culto a Dios y practicar la caridad.

Es de suma importancia que los fieles comprendan... los signos sacramentales y reciban con... frecuencia... aquellos sacramentos que han sido instituidos para alimentar la vida cristiana” (SC 59).

Los sacramentos unen a Cristo paciente y glorioso. “En ese cuerpo, la vida de Cristo se comunica a los creyentes, quienes están unidos a Cristo paciente y glorioso por los sacramentos, de un modo arcano, pero real” (LG 7).

Los sacramentos alimentan el amor a Dios y a las personas. “Los sacramentos, especialmente la sagrada Eucaristía, comunican y alimentan aquel amor ha­cia Dios y hacia los hombres que es el alma de todo apostolado” (LG 33)

Los sacramentos fomentan la caridad, especialmente la Eucaristía. “A fin de que la caridad crezca en el alma como una buena semilla y fructifique, todo fiel debe escuchar de buena gana la palabra de Dios y poner por obra su voluntad con la ayuda de la gracia. Participar frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía” (LG 42).

La Eucaristía, centro y cima. “Por la palabra de la predicación y por la celebración de los sacramentos, cuyo centro y cumbre es la Sagrada Eucaristía, la actividad misionera hace presente a Cristo autor de la salvación”. (AG 9).

Los sacramentos están ordenados a la Eucaristía. “Pero los demás sacramentos están unidos con la Eucaristía y hacia ella se ordenan” (PO 5).

Los sacramentos están operantes y presentes en la liturgia. “Aprendan los alumnos a ilustrar los misterios de la salvación; aprendan también a reconocerlos presentes y operantes en las acciones litúrgicas y en toda la vida de la Iglesia” (OT 16).

Los sacramentos comunican la caridad a los fieles. “La caridad, que es como el alma de todo apostolado, se comunica y mantiene con los Sacramen­tos, sobre todo de la Eucaristía”. (AA 3)

Los sacramentos prefiguran la nueva vida. “Los sacramentos de la Nueva Ley, con los que se alimenta la vida y el apostolado de los fieles, prefiguran el cielo nuevo y la tierra nueva (cf. Ap 21, 1)” (LG 35).

Ignacio Fernández González
Sacerdote Diocesano