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Testimonio
5 de junio de 2022
Nº 1425 • AÑO XXX

Luigi María Palazzolo

Apóstol de los niños abandonados

El Papa Francisco ha reconocido el milagro que permitirá la canonización del Fundador del Instituto de las Hermanas de los Pobres, Luigi María Palazzolo. Este presbítero natural de Bérgamo se preocupó especialmente por los jóvenes abandonados y su educación. Se dedicó por completo a los indigentes, donando incluso todas sus posesiones. Fundó para atenderlos la Congregación de las Hermanas de los Pobres.

Luigi María nació el 10 de diciembre de 1827 en Bérgamo, el último de ocho hijos, casi todos fallecidos prematuramente. El 8 de agosto de 1837 Luigi quedó huérfano de padre. Su madre, que era muy religiosa como su marido, le dio una educación basada en la caridad hacia los pobres y los enfermos.

Ordenado sacerdote de la diócesis de Bérgamo en 1850, se dedicó a la educación de los niños abandonados desde los primeros días de su sacerdocio. Desde el oratorio de la calle Foppa, empezó a instituir obras sociales y asistenciales para los rudos y analfabetos.

Encontraba su fuerza mirando a Cristo crucificado. Una vez en Roma, durante unos ejercicios espirituales, le llamó la atención el Cristo desnudo en la cruz, cuando se dijo: "He decidido despojarme de todo por los pobres, los huérfanos, las huérfanas".

Construyó la iglesia y amplió la casa; tuvo especial cuidado de los niños que mostraban vocación a quienes sostenía con limosnas, hasta que se ordenaran presbíteros. El éxito de su oratorio llegó a ser encomiado por las autoridades civiles aunque, años más tarde, por razones políticas tuvo que clausurar tan benéfica obra.

Incansable en su trabajo, Palazzolo volvió a abrir dos años después otro oratorio, cercano al anterior. Lo dedicó a san Felipe Neri y construyó iglesia, con escuela, atrios, teatro y casa para los pobres. Poco después, en 1863, recibida la herencia de su madre, adaptó la villa “Torre Boldone” para huérfanos y niños abandonados.

Tuvo especial miramiento por que tampoco las niñas quedaran sin cuidado. Así, llevado por el mismo espíritu en 1864 fundó una obra que pronto transformó en un oratorio para ellas. Algo que después sería la Congregación de las Hermanas de los Pobres. Palazzolo solía decir: "Yo busco y recojo donde otros no llegan. Porque donde otros llegan, lo hacen mucho mejor de lo que yo podría hacer; donde otros no llegan, trato de hacer algo yo mismo, tan bien como puedo”. Este sigue siendo el alma de esta congregación en la actualidad.

 Para el año 1886 se cuenta que a través de su fundación había alimentado e instruido a 1204 pequeños. De ahí el título que le dieron de "Padre de los niños abandonados". Más cargado de dolores que de años,, descansó en el Señor el día 15 de junio del año 1886, a la edad de 59 años.

A su funeral asiste mucha gente y muchos ya lo llaman "santo". Hoy en día, las Hermanas de los Pobres siguen prestando el servicio a los más pobres que recomendaba el P. Luigi, con comunidades no sólo en Italia, sino también en el Congo, Costa de Marfil, Malawi, Burkina Faso, Kenia, Brasil y Perú.