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Mirada
5 de junio de 2022
Nº 1425 • AÑO XXX

Bodas de oro sacerdotales

“La visita al seminario con los Padres Paules por primera vez fue la chispa que tocó mi corazón”

Vitorino Tobar Gómez es natural de Burgos y miembro de la Congregación de la Misión de los Padres Paules. Desde el 2006 sirve el pueblo de Dios en Granada celebrando en este año su 50º aniversario de Ordenación sacerdotal.

Su vocación sacerdotal está ligada a la congregación fundada por San Vicente de Paúl, ¿cómo descubrió la llamada del Señor?
Sí, pertenezco a la Congregación de la Misión de los Padres Paules, actualmente vivo en comunidad con otros 3 compañeros. La verdad es que los Paules hicieron una misión en mi pueblo y alrededores. Nos llevaron a visitar distintos sitios, entre ellos el Seminario de Murguía (Álava). Ésta fue la chispa que tocó mi corazón. Fui creciendo y madurando la llamada del Señor y a los 25 años tuve que decidir: Seguir a Jesucristo dentro de la Congregación de la Misión o tomar otro camino en la vida. Opté por el sacerdocio, vi con más claridad lo que me pedía el Señor.

Llegó a la diócesis de Granada en 2006, ¿cuáles han sido sus destinos pastorales?
Casi siempre en zonas rurales: Arenas del Rey, Jayena, Fornes, Játar, Pantano de los Bermejales y Cacín. Me sentí en la pastoral muy cercano a los sacerdotes de la zona y a las personas, con ese gozo de crear grupos de catequesis, Consejo pastoral y de economía para mostrar la transparencia.

Actualmente estoy en la Parroquia de Regina Mundi, atendiendo a los enfermos, catequistas, a grupos de Catecumenado que ya acabaron el proceso , y a distintos grupos de la Familia Vicenciana con mis dos compañeros que servimos a los feligreses.

Después de estos 50 años, ¿cuál es la mayor gracia que Dios le ha dado en su vida?
La mayor gracia ha sido su fidelidad conmigo. Y así se lo pido al Señor en la oración de la mañana.

¿Cómo está viviendo este aniversario sacerdotal?
La verdad que lo vivo con mucho gozo y valorando lo bueno que Dios es conmigo.

¿Algo que ha aprendido desde la experiencia?
Sobretodo he aprendido a querer a las personas y ver que ellas te quieren.

¿Qué opinión tiene sobre la llamada a la vida sacerdotal en los jóvenes de hoy?
Me doy cuenta que Dios llama a los jóvenes a seguirle, pero en esta sociedad que tiene valores y que tenemos que mirar con ojos de misericordia, hay pocas respuestas.

María José Aguilar