Vocaciones Nativas
"En la entrega de los misioneros yo también quise ayudar
y evangelizar a mi pueblo"
La vocación de la religiosa zimbauense, Justina Banda, surgió de contemplar la entrega de misioneros españoles en su país natal surgiendo en ella la llamada vocacional y el deseo de evangelizarse y entregarse también por su pueblo. Actualmente esta religiosa pertenece a la Congregación de las Hijas del Calvario, donde fue una de las primeras vocaciones africanas.
Justina Banda, una religiosa de Zimbabue, ha relatado cómo la forma de vida de las misioneras españolas le conmovió tan profundamente que pese al rechazo de su padre pudo seguir sus huellas. Es una de las numerosas vocaciones nativas que surgieron en Zimbabue gracias a la siembra de los misioneros, y que necesitan apoyo para poder seguir formándose. Ha sido en la presentación de la Jornada de Vocaciones Nativas, que se celebra en España el próximo 8 de mayo, junto con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
Justina nació en un poblado en Zimbabue. Allí trabajaban misioneros españoles, concretamente sacerdotes del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) y Misioneras Hijas del Calvario. Desde muy pequeña, Justina veía con admiración lo que las monjas hacían: visitaban las comunidades, atendían a bebés, a gente que moría de hambre y de enfermedades… “El Espíritu Santo me movió para decir: mira, si esta gente que ha venido de lejos está aquí ayudando a nuestro pueblo, a mí también me gustaría ayudar a mi gente y evangelizar”.
Su decisión no fue bien acogida por su padre, que iba a perder la dote si ella no se casaba. Finalmente, con el apoyo de su madre, pudo formarse como Misionera Hija del Calvario. Su carisma: estar en los calvarios del mundo, trabajar con los pobres, con los que tienen sida, los huérfanos… “Como las monjas dejaron estas huellas, yo estoy siguiendo estas huellas”.
Cuando los misioneros españoles llegaron a Hwange, no había ninguna vocación nativa, todos eran españoles. Hoy hay cerca de 100 hermanas africanas en la congregación, y más de 80 sacerdotes diocesanos [así lo explica el obispo emérito de esta diócesis, el misionero español monseñor José Alberto Serrano, en este vídeo]. Y necesitan el apoyo de toda la Iglesia, porque según ha reconocido Justina Banda, no siempre es fácil. Ha defendido que es necesario apoyar el trabajo que iniciaron los misioneros en su día; que la Iglesia es como una familia, cuyos padres no abandonan a los hijos una vez que se casan, sino que les acompañan, y apoyan a los nietos. Así es necesario apoyar las vocaciones nativas.
LA MEJOR HERENCIA DE LOS MISIONEROS
“Una Iglesia no puede constituirse como tal sin vocaciones, el trabajo de los misioneros debería tender a ser temporal”, ha afirmado José María Calderón, director de Obras Misionales Pontificias (OMP). Según ha explicado Calderón, los misioneros trabajan para el crecimiento de las Iglesias. En estas Iglesias surgen vocaciones, que son las primeras evangelizadoras de allí, ya que comparten el idioma, la cultura y la forma de pensar del pueblo. “Como los propios nativos, nadie va a ser”.
Para ayudar a estas vocaciones que nacen en las misiones, la Santa Sede cuenta con la Obra de San Pedro Apóstol, una de las Obras Misionales Pontificias, que cumplió ayer mismo 100 años como pontificia. Es el cauce con el que la Iglesia sostiene los 745 seminarios diocesanos que hay en las misiones y a 1.052 noviciados. “Gracias a Dios, hay vocaciones; pero hay que cuidarlas; los cristianos nos sentimos responsables”. El director de OMP ha subrayado que el año pasado la Obra de San Pedro Apóstol ayudó a 85.000 seminaristas, novicios y novicias en el mundo. Y ha animado a colaborar, porque apoyando a las vocaciones nativas, “estamos haciendo posible que la Iglesia exista en los lugares donde sin nuestra ayuda no existiría”.
8 DE MAYO, DOS JORNADAS VOCACIONALES
El 8 de mayo se celebra en España de una forma conjunta la Jornada de Vocaciones Nativas –organizada por OMP-, y la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones –organizada en nuestro país por la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), y la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS)-. Desde la sede de la CEE se han presentado ambas Jornadas, y además del testimonio de Justina Banda se han podido escuchar testimonios que muestran los diferentes caminos de vocación de especial consagración que hay en España.