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Mirada
8 de mayo de 2022
Nº 1421 • AÑO XXX

Encuentro en Toledo

Dos cursillistas representan a Granada en la Ultreya de Cursillos de Cristiandad

Carmina e Isabel con el Arzobispo de Sevilla y Consiliario nacional del MCC, Mons. José Ángel Saiz.

Dos representantes de nuestra diócesis de Granada participaron en la Ultreya de Cursillos de Cristiandad. Los cursillistas de todas las partes de España se encontraron entre el 30 de abril y el 1 de mayo en la ciudad de Toledo. Hasta la fecha solo se habían celebrado en España siete Ultreyas nacionales, siendo esta la octava.

Este encuentro nacional, conocido como Utreya, llevaba sin celebrarse casi quince años. Esta palabra latina que da título a estos encuentros significa “¡sigue adelante!” y solían decirla los peregrinos cuando se cruzaban, para animarse a lo largo de su camino.

Isabel y Carmina fueron las dos representantes de la diócesis de Granada que acudieron a este encuentro nacional. Una reunión general de todo el Movimiento de Cursillos de Cristiandad que ayude a profundizar en su experiencia cristiana. Lo hacían con el deseo de Volver a Galilea, que era el lema de esta Ultreya, con una clara vocación a fomentar esa Iglesia en salida.

“El Movimiento está enfocado a los alejados y lo que pretende siempre es crear nuevos liderazgos, precisamente en esas personas alejadas, para fermentar los ambientes”, explica Isabel Pereira, costarricense residente en Granada que lleva 25 años vinculada a los Cursillos de Cristiandad. “Es una experiencia maravillosa. El vivir la unidad y el ver que la metodología del movimiento es la misma en todo el mundo, da cuenta de una realidad eclesial muy robusta”.

Entre momentos de oración, encuentros y charlas, las dos cursillistas granadinas afirmaron sentirse muy sorprendidas al vivir una experiencia de Iglesia viva. “Yo vengo una situación algo traumática en la Iglesia, que me hizo daño por cosas familiares, y me tuve que ir del grupo donde estuve durante 35 años. Fui a caer en Cursillos, de una forma providencial”, explica Carmina, la otra participante en este encuentro. “El estar en la Ultreya ha sido como el redescubrir una Iglesia que me acoge a mí, que vengo herida de mi pasado. Ha sido encontrar la Iglesia viva. Para mí ha sido asombroso y sorprendente”.

Alentadas por el mensaje del presidente nacional de Cursillos, Álvaro Martínez Moreno, que les animó a ser valientes y testimoniar su esperanza y alegría cristianas, ambas cursillistas regresaron con el corazón dispuesto a regresar a su Galilea particular.

Ignacio Álvarez