Discurso del cardenal Omella en la Asamblea Plenaria
"La Iglesia es una gran familia que crece y avanza"
La última Asamblea Plenaria de los obispos españoles de finales de este mes de abril, comenzó con el discurso del presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella. En él abordó temas como la invasión de Ucrania, el proceso sinodal, la atención de la Iglesia a la realidad de los abusos sexuales o la importancia de la objeción de conciencia.
Queridos cardenales, arzobispos, obispos, administradores diocesanos, querido Sr. nuncio de Su Santidad en España, personal de la Casa de la Iglesia, periodistas, amigos y amigas que estáis escuchando o leyendo este mensaje.
Quiero iniciar mis palabras dando un saludo especial a los hermanos obispos que por primera vez participan en esta asamblea: a S. E. Mons. D. Jesús Pulido Arriero, nombrado obispo de Coria-Cáceres el 7 de diciembre de 2021 y consagrado el día 19 de febrero de 2022, y a S. E. Mons. D. Cristóbal Déniz Hernández, nombrado obispo auxiliar de Canarias el 16 de febrero de 2022 y consagrado el día 26 de marzo de 2022.
También quisiera saludar especialmente a los hermanos obispos que han recibido, de parte del Santo Padre, una nueva misión pastoral desde la última Asamblea Plenaria: a S. E. Mons. D. Salvador Cristau Coll, nombrado obispo de Tarrasa el día 3 de diciembre de 2021, que tomó posesión el 5 de febrero de 2022; a S. E. Mons. D. José Ignacio Munilla Aguirre, nombrado obispo de Orihuela-Alicante el día 7 de diciembre de 2021, tomó posesión el 12 de febrero de 2022; a S. E. Mons. D. Francisco Simón Conesa Ferrer, nombrado obispo de Solsona el día 3 de enero de 2022, que tomó posesión el 12 de marzo de 2022, a S. E. Mons. D. Santos Montoya Torres, nombrado obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño el día 12 de enero de 2022, que tomó posesión el 5 de marzo de 2022; a S. E. Mons. D. Ciriaco Benavente Mateos, obispo emérito de Albacete, que desde el 8 de enero de 2022 ejerce como administrador apostólico de Plasencia; y a S.E. Mons. D. Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona, que, desde el 12 de febrero de 2022, ejerce como administrador apostólico de la diócesis de San Sebastián.
Quisiera también felicitar a los Ilmos. administradores diocesanos, que han asumido interinamente el gobierno de las diócesis en situación de sede vacante para las que el Santo Padre no ha provisto administrador apostólico, concretamente al Ilmo. Sr. D. Gerardo Villalonga Hellín, administrador diocesano de la de Menorca, y al Ilmo. Sr. D. Lluís Suñer Roca, administrador diocesano de la de Gerona.Saludamos también a S. E. Mons. D. Jesús Murgui Soriano, que ha pasado a ser obispo emérito de Orihuela-Alicante.
Por último, recordamos también a quienes nos han dejado por haber sido llamados a la casa del Padre: al Emmo. Sr. Cardenal D. Francisco Álvarez Martínez, arzobispo emérito de Toledo, fallecido el día 5 de enero de 2022; al Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Antoni Vadell Ferrer, obispo auxiliar de Barcelona, fallecido el día 12 de febrero de 2022; y al Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Francesc Pardo Artigas, obispo de Gerona, fallecido el día 31 de marzo de 2022. Encomendamos al Señor su eterno descanso.
El afeo sistemático de esta gran familia por parte de algunos medios de comunicación y de diversos agentes sociales y políticos contribuye a que no se conozca el verdadero rostro y misión de la Iglesia.
LA INVASIÓN DE UCRANIA Y EL RETO DE LA ACOGIDA A LOS REFUGIADOS
“Estamos viendo muy de cerca lo que supone que la libertad y el derecho a la vida de muchas personas se vea amenazado y negado. En esta hora difícil, es necesario reivindicar la democracia y el orden internacional basado en el Derecho. Eso requiere liderazgo político y un cambio cultural y moral para recuperar los pilares sobre los que ha nacido el proyecto europeo, un camino de comunión que respete la diferencia. Y ahí, como Iglesia y desde las innegables raíces cristianas de Europa, queremos aportar nuestra visión, nuestra colaboración leal y nuestra experiencia”.
“El movimiento de personas hacia los países de la Unión se va a incrementar, y hay quien estima que puede llegar a ser de varios millones de personas. Va a ser necesario un esfuerzo sostenido en el tiempo. La Iglesia seguirá colaborando, como lo ha hecho hasta el momento, pero reclama una acción más coordinada entre todos los actores públicos y privados”.
“La acción debe ir acompañada de la oración. El papa Francisco ha pedido a todos los católicos, a los cristianos de otras confesiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, que nos unamos en una plegaria a Dios. Por eso los obispos españoles hemos invitado a nuestro pueblo a sumarse al gran acto de consagración de la humanidad —especialmente de Ucrania y Rusia— al Corazón Inmaculado de María, presidido por el papa el pasado 25 de marzo”.
LA SINODALIDAD: UNA NUEVA FORMA DE GOBIERNO CORRESPONSABLE
“Jesús continúa caminando con y entre nosotros. Cristo resucitado se encontró con dos discípulos que iban a Emaús “y se puso a caminar con ellos” (Lc 24, 15).
Este camino Jesús no lo hace solo, lo hacía acompañado de los discípulos en Israel, y lo quiere continuar haciendo con nosotros en pleno siglo XXI. Este “caminar juntos” con Jesucristo y bajo la guía del Espíritu Santo es el significado de la palabra “Sínodo”. La Iglesia es de Dios y nosotros somos sus colaboradores. La sinodalidad es, pues, el camino para aprender a escuchar juntos la voluntad de Dios para su pueblo. Y para que esto sea posible hace falta que participemos todos los miembros de la Iglesia. La Iglesia es una gran familia que crece y avanza, compartiendo la vida y trabajando unida, guiada por el Espíritu Santo. En este sentido, utilizamos un término muy preciso para calificarla, hablamos de la Iglesia sinodal”.
CONOCER EL VERDADERO ROSTRO Y MISIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA EN ESPAÑA
“En la actualidad, la Iglesia católica es una gran desconocida para muchos conciudadanos nuestros. El afeo sistemático de esta gran familia por parte de algunos medios de comunicación y de diversos agentes sociales y políticos contribuye a que no se conozca el verdadero rostro y misión de la Iglesia”.
El mensaje de Jesucristo que transmite la Iglesia es profundamente actual. De hecho, los pilares de Occidente y de los derechos humanos son profundamente cristianos.
“La tentación de los poderes públicos respecto a la Iglesia se ha movido entre dos extremos: verla como un enemigo, o tratar de apoderarse y servirse de ella. Conviene recordar que la Iglesia no tiene intereses económicos, geoestratégicos ni ideológicos particulares. Como nos recuerda el Concilio Vaticano II en Gaudium et spes, n. 3, la Iglesia “solo desea continuar, bajo la guía del Espíritu, la obra misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad (cf. Jn 18, 37), para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido (cf. Mt 20, 28)”.
EL DRAMA DE LOS ABUSOS SEXUALES: UNA EPIDEMIA GLOBAL SILENCIADA
“La Iglesia manifiesta su profundo dolor y vuelve nuevamente a pedir perdón por los delitos cometidos por hermanos nuestros. Para abordar el drama de los abusos y mejorar los procedimientos que las diferentes entidades eclesiales han puesto en marcha, la CEE ha encargado al prestigioso despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo una auditoría independiente sobre la gestión de los casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en España. La auditoría se realizará sobre todos los casos documentados hasta la fecha y los que pudieren presentarse tanto en dicho despacho como en las oficinas diocesanas mientras se realiza el estudio”.
“La Iglesia tiene la oportunidad de trabajar para que dichos abusos no se repitan y para destapar esta nueva forma de esclavitud mundial que no se quiere abordar. Es una nueva esclavitud que afecta a toda la sociedad, de la que estamos tomando conciencia y en la que lamentablemente algunos miembros de la Iglesia también han participado”.
LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
“La objeción de conciencia es un derecho necesario en la vida democrática, es una garantía de verdadera convivencia, ya que permite un espacio seguro para todos frente a cualquier tentativa de abuso del poder o de imposición de la opinión mayoritaria. Es una inquietante paradoja que mientras nuestra cultura exalta una libertad sin vínculos, se pretenda reducir el ejercicio concreto y real de la libertad. Reducir la protección jurídica de la objeción de conciencia degradaría nuestra convivencia y nos acercaría a los usos propios de los Estados totalitarios”.
La Iglesiano desea ni busca ningún tipo de privilegio ni de especial protección. Lo que reclama es sencillamente la libertad de proponer el anuncio de Cristo salvador.
LA SOCIEDAD NECESITA APOSTAR POR LA FAMILIA Y POR LA VIDA
La Iglesia desea presentar la belleza del matrimonio, de la unión fiel y definitiva entre un hombre y una mujer abiertos a la vida. Que la Iglesia celebre el matrimonio es una auténtica profecía para el mundo.
Apostar por la familia. La familia es la primera sociedad humana, es la célula vital de la sociedad, titular de derechos propios y originarios, que ocupa el centro de la vida social. La familia es la cuna de la vida y del amor donde nacemos y crecemos. Por ello, se ha de afirmar la prioridad de la familia como primera forma de sociedad respecto al resto de instituciones sociales y también del Estado. La familia, en tanto que sociedad natural básica, no está, por lo tanto, en función de la sociedad y del Estado, sino que la sociedad y el Estado están al servicio de la familia para que pueda llevar a cabo la misión propia de educar a los hijos.
LIBERTAD RELIGIOSA PARA PROPONER EL ANUNCIO DE CRISTO SALVADOR
“La Iglesiano desea ni busca ningún tipo de privilegio ni de especial protección. Lo que reclama es sencillamente la libertad de proponer el anuncio de Cristo salvador, y de vivir a campo abierto las consecuencias éticas y culturales de dicho anuncio en diálogo con todos, así como contribuir, desde su propia identidad, al bien común de la sociedad en la que se encuentra inserta, favoreciendo lo que el papa Francisco denomina la “amistad cívica”.
El mensaje de Jesucristo que transmite la Iglesia es profundamente actual. De hecho, los pilares de Occidente y de los derechos humanos son profundamente cristianos. Son cuatro los únicos puntos que son objeto de fricción con el modus vivendi de las ideologías pujantes en este momento. Unas ideologías que se autodefinen como progresistas, pero que ya hemos vivido en otros momentos de nuestra historia antigua, como sucedió durante el ocaso del imperio romano o griego. Esos cuatro puntos objeto de rechazo y ataque por dichas ideologías son: la visión católica del ser humano, la moral sexual, la identidad y la misión de la mujer en la sociedad, y la defensa de la familia formada por el matrimonio entre un hombre y una mujer. Estos son aspectos por los que estamos enormemente cuestionados por algunas ideologías, que no toleran la visión de la Iglesia y la menosprecian. Podemos pensar diferente sin tener que ser atacados. Todos merecemos respeto”.
LIBERTAD PARA EL DEBATE PÚBLICO
“Libertades en peligro. Uno de los parámetros de la salud de una democracia es la libertad real para el debate público y para las iniciativas que surgen de la sociedad civil. Fenómenos como el de la llamada “cultura de la cancelación” establecen un clima asfixiante para quien se atreva a discrepar de los nuevos “dogmas”. La Iglesia promueve el respeto a la diferencia, y defiende el principio de subsidiariedad del Estado en su acción, el cual ha de proteger la libertad de los ciudadanos permitiéndoles defender respuestas y soluciones diversas a las “políticamente correctas””.