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Mirada
24 de abril de 2022
Nº 1419 • AÑO XXX

Con su fondo solidario desde el 2012

El ayuntamiento de Motril reconoce la labor social del Ave María

La Fundación Ave María recibe un reconocimiento de parte del ayuntamiento de la ciudad de Motril. El consistorio pone en valor la labor educativa y social que lleva a cabo el Ave María desde los dos colegios de la ciudad.

La entrega de este premio tuvo lugar en el salón de protocolos del ayuntamiento de Motril, el pasado lunes 19 de abril. Acudieron al acto varios representantes de la fundación avemariana, como el director del fondo social, Enrique Gervilla y el presidente de la fundación, Antonio Almendros. No faltaron tampoco las dos directoras de los centros educativos del Ave María de la ciudad, María Luisa Gómez, del Ave María Varadero, así como Raquel Padilla, del Ave María Esparraguera.

“Cuando vieron que trabajábamos codo con codo con servicios sociales y Cruz Roja, se dieron cuenta desde el ayuntamiento”, explica la directora del Varadero, que asegura que su labor siempre parte de la máxima discreción. “Nosotros estamos continuamente observando los detalles. Una de nuestras máximas es que los niños vengan comidos, bien vestidos y con todo cubierto”.

Ambos colegios han ido respondiendo a las necesidades de estas familias de Motril que han sufrido las repercusiones de las últimas crisis económicas. Lo hacen sufragando los costes del comedor o del autobús, también donando material escolar y ropa si es necesario. Todo gracias al llamado Fondo Solidario de la fundación, que se puso en marcha en el 2012.

La alcaldesa tuvo palabras de elogio para las escuelas del Ave María de Motril, agradeciendo la labor subsidiaria que prestan a las instituciones públicas con esta ayuda a las familias necesitadas de la ciudad, una ayuda que forma parte del espíritu avemariano. Desde el patronato también ofrecieron una medalla a la alcaldesa de Motril, en señal de agradecimiento.

Tras este encuentro, los ediles y el resto de representantes del Ave María visitaron los dos colegios de Motril, terminando con una comida en el Varadero, que se levantó precisamente en el barrio de Santa Adela para atender a las familias más desfavorecidas de la ciudad.

Ignacio Álvarez