Celebrada en Madrid
Granada participa en el encuentro anual de sacerdotes del Ordinariato para los fieles católicos orientales en España
La reunión tuvo lugar el 15 y 16 de marzo en Madrid y estuvo presidida por Mons. Carlos Osoro, responsable del Ordinariato para los ritos siro-malabar y greco-católicos ucraniano y rumano. Desde Granada participaron un grupo de cuatro sacerdotes de la diócesis procedentes de Ucrania, Rumania e India.
Los días 15 y 16 de marzo se celebró en Madrid un nuevo encuentro de sacerdotes del Ordinariato para los fieles católicos orientales que están en España. El objetivo del Ordinariato, bajo la responsabilidad del obispo designado para ello, es la de tratar los temas principales que afectan en España al clero y a los fieles católicos pertenencientes a otros ritos.
La reunión estuvo presidida por el Cardenal Carlos Osoro, como ordinario, y un grupo de 30 sacerdotes en total de las distintas diócesis de nuestro país. Entre ellos, desde Granada, participaron en el encuentro D. Sorin Catrinescu, sacerdote del rito greco-católico rumano y otros tres sacerdotes representantes del rito greco-católico ucraniano y del siro-malabar en nuestra diócesis.
El tema central del encuentro que contó en su mayoría con participación de sacerdotes ucranianos fue la situación actual de conflicto en este país del este de Europa y sus dramáticas consecuencias. También los participantes pudieron conocer el contexto histórico y cultural de la sociedad ucraniana y de como la población está afrontando la guerra.
La mayoría de los sacerdotes de este país que están en España tienen a sus familiares allí, por lo que el cardenal Osoro, tanto en el tiempo de oración como en la celebración de la Misa, hizo varias referencias a la guerra, a la necesidad de trabajar por la paz, al perdón y a la reconciliación.
“En el encuentro hemos podido conocer más de cerca el sufrimiento del pueblo ucraniano y como podemos colaborar para aliviarlo, especialmente Mons. Osoro también destacó la necesidad de la acogida que es necesario que sea muy transparente. Hay mucho sufrimiento”, asegura D. Sorin Catrinescu.
María José Aguilar