17 de octubre de 2021
1392 • AÑO XXIX

INICIO - Mirada

Presentado en San Pedro y San Pablo

El Cristo de la Expiración recobra su esplendor original

El Cristo de la Expiración o Cristo de las Ánimas fue presentado el pasado domingo 10 de octubre tras haber concluido su proceso de restauración. Los fieles que lo deseen lo encontrarán expuesto en una de las capillas de la parroquia de San Pedro y San Pablo en la Carrera del Darro. Ha sido restaurado después de haber sido la pieza de arte sacro mejor valorada por la Junta de Andalucía.

La diócesis de Granada da un paso más en el proceso de restauración de su patrimonio histórico. Tras varios meses de trabajo, el Cristo de la Expiración ha recuperado la dignidad original con que fue elaborada, en el siglo XVI, por Pablo de Rojas.

Junto a distintos representantes de varias hermandades y cofradías de Granada, y otros fieles que acudieron a la presentación, al acto acudió el delegado territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, Antonio Granados. Después de la última restauración del Cristo de la Salud, el delegado volvió a elogiar la labor que se está llevando a cabo entre la Junta y el Arzobispado para lograr la recuperación del patrimonio sacro granadino.

El Cristo de la Expiración es una obra de gran importancia histórica, pues supone un paradigma dentro del naturalismo artístico de finales del siglo XVI. El propio Pablo de Rojas supone una figura muy importante e influyente para el arte granadino de la época. Algunas de sus obras se encuentran en la S.I. Catedral, como el Cristo de la Esperanza, o el Cristo del retablo de la parroquia de Albolote, tal y como recordó Isaac Palomino, encargado del estudio histórico de esta restauración.

LA MUERTE QUE INFUNDE ESPERANZA
La labor de recuperación de la figura original de Pablo de Rojas ha estado en manos del taller Clave Restaura, dirigido por Dionisio Olgoso. Fue este el encargado de presentar antes el público presente el proceso de estudio radiográfico, estratigráfico y antralógico de la pieza original.

Tallada en madera de pino y pintada en varias capas de blanco de plomo, el Cristo de la Expiración había sido repintado varias veces a lo largo de los siglos. Olgoso y su equipo han sido capaces de sacar el colorido original de la pintura del XVI. El trabajo de los restauradores también a logrado la reintegración volumétrica de las dos manos de este Cristo, a las que le faltaban varios dedos.

“No cabe duda de que este Cristo expresa bellísimamente lo que significa la muerte de Jesús”, asegura D. Manuel García Gálvez, párroco de San Pedro y San Pablo, que ha insitido tanto en la restauración de la pieza. “La serenidad que transmite, en medio de tanto dolor y tanta sangre, expresa lo que significa confiar en Dios en ese momento tan difícil como es la muerte. La expresión de su rostro confiado, creo que lo muestra maravillosamente”.

Antes situado en el tabernáculo del templo, los fieles que deseen asomarse a contemplar de cerca el Cristo de la Expiración, lo encontrarán durante los próximos meses dentro de una de las capillas de la iglesia parroquial.

Ignacio Álvarez