23 de mayo de 2021
1380• AÑO XXIX

INICIO - A Fondo

Presentación en la Santa Sede del libro con orientaciones pastorales 

La importancia de la JMJ para toda la comunidad eclesial local

Recientemente, se presentaba en la Santa Sede el libro Orientaciones pastorales para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares, editado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. “La Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en cada Iglesia particular tiene un gran significado y valor no sólo para los jóvenes que viven en esa región concreta, sino para toda la comunidad eclesial local”. Ofrecemos algunas de las intervenciones en esta presentación.

La presentación comenzó con la intervención del padre Alexandre Awi Mello I.Sch, Secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

El impulso para redactar estas Orientaciones nos surgió cuando el Papa Francisco decidió trasladar la fecha de las JMJ diocesanas y relanzar su celebración en las Iglesias particulares. De hecho, al final de la eucaristía de la solemnidad de Cristo Rey, el 22 de noviembre de 2020, el Santo Padre anunció que la celebración local de la JMJ, que hasta ahora se celebraba el Domingo de Ramos, tendrá lugar a partir de ahora el domingo en que cae la solemnidad de Cristo Rey. Este cambio de fecha, dictado sobre todo por razones de conveniencia pastoral, mantiene el énfasis en el "misterio de Jesucristo, Redentor del hombre" y, al mismo tiempo, busca ampliar las posibilidades de proponer actividades e iniciativas que sitúen a los jóvenes en un cono de luz que irradie del mismo misterio.

Alexandre Awi durante la presentación del libro.

En el Documento final del Sínodo de los obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, leemos que "la Iglesia considera su misión con los jóvenes 'una prioridad pastoral histórica, en la que invertir tiempo, energías y recursos'" (n. 119). Y anteriormente, los Padres sinodales habían escrito: "La Jornada Mundial de la Juventud, [...] los encuentros nacionales y diocesanos, desempeñan un rol importante en la vida de muchos jóvenes porque ofrecen una experiencia viva de fe y de comunión, que los ayuda a afrontar los grandes desafíos de la vida y a asumir responsablemente su puesto en la sociedad y en la comunidad eclesial" (DF 16).

Estos encuentros, nacidos de la intuición profética de san Juan Pablo II, han sido reconocidos por la mayoría como una fuente de gracia para muchos jóvenes, para la pastoral juvenil y para toda la Iglesia. ¡Cuántas conversiones, cuántas vocaciones surgidas durante las JMJ! Según el Papa Benedicto XVI, éstas representan un don providencial para la Iglesia, un "remedio contra la fatiga de creer". El Papa Francisco las ha descrito como un impulso misionero de extraordinaria fuerza para toda la Iglesia y, en particular, para las generaciones más jóvenes.

Por ello, nuestro Dicasterio, reflexionando sobre cómo aplicar concretamente las propuestas del Sínodo y aprovechando su experiencia de décadas en la coordinación de las JMJ, ha decidido reunir en un documento algunos de los elementos clave que han hecho fructíferos estos encuentros a lo largo de los años, para ponerlo a disposición de las Iglesias particulares. Queremos recordar que, desde la institución de las JMJ, las Iglesias particulares han sido invitadas a realizarlas cada año a nivel local, mientras que su celebración internacional tiene lugar aproximadamente cada tres años. Sin embargo, se sabe que un gran número de jóvenes, por una u otra razón, no pueden participar en eventos internacionales. Por ello, a través de estas Orientaciones pastorales, queremos hacer partícipes a todos los jóvenes de este rico patrimonio. Sus pastores y los distintos servicios de pastoral juvenil de las Iglesias particulares podrán así, con libertad y creatividad pastoral, enriquecer su experiencia local de la "fiesta de los jóvenes".

Creemos firmemente que la JMJ internacional y su celebración local se alimentan mutuamente. La dimensión internacional amplía los horizontes de los jóvenes y los abre a la fraternidad universal. La JMJ local, por su proximidad geográfica y física, puede generar más fácilmente un compromiso en los jóvenes que cambie el rostro de la sociedad en la que viven y aumente su sentido de pertenencia.

Hemos diseñado estas Orientaciones para las Conferencias episcopales, los Sínodos de las Iglesias Patriarcales y Arzobispales Mayores, las diócesis/eparquías, los movimientos y asociaciones eclesiales y, sobre todo, los jóvenes de todo el mundo. Esperamos que todos los destinatarios encuentren elementos inspiradores para dar un nuevo impulso a la pastoral juvenil en las distintas partes del mundo.

“Promover el diálogo en las iglesias de Tierra Santa, a través de la JMJ”

María Lisa Abu Nassar.

María Lisa Abu Nassar, 26 años, de Nazaret, coordinadora de la acogida en el Centro Juvenil Internacional San Lorenzo.

Abrir la puerta al diálogo entre los jóvenes

¡Qué hermosa es la Iglesia! Al leer el texto, pensé precisamente esto. La Iglesia se esfuerza continuamente por abrirse, por mejorarse, reconociendo a las personas que más necesitan ser amadas y guiadas por la Iglesia, ayudándolas a encontrar su identidad de hijos de Dios.

En la JMJ de Cracovia de 2016, tuve mi primera experiencia de peregrinación internacional, en la que participé junto a un grupo de jóvenes de Tierra Santa, principalmente de Nazaret y Haifa. Vivimos días de preparación en Haifa y al llegar a Cracovia nos encontramos con muchos jóvenes de diferentes países del mundo, cada grupo con su propia bandera de pertenencia, mientras que nosotros estábamos allí sin ninguna bandera, para evitar cualquier conflicto político. Sin embargo, fueron los acontecimientos de la JMJ los que nos recordaron que pertenecemos a la Madre Iglesia y que somos hijos de un solo Padre, unidos a todos los jóvenes del mundo.

A pesar de los muchos conflictos que hay en mi tierra, siempre sigue siendo un lugar de peregrinación, donde los jóvenes y los peregrinos vienen a encontrarse con Jesús. Por eso sería importante animar a los jóvenes locales a salir a descubrir el Evangelio caminando sobre las huellas de Jesús en los lugares donde vivió. Cuántos jóvenes, como dice el texto de las Orientaciones, no vendrían a rezar a la iglesia, pero estarían dispuestos a participar en una experiencia de peregrinación, caminando y descubriendo nuevas cosas juntos, creando nuevas amistades y compartiendo momentos de alegría.

Tierra Santa es un pequeño territorio con diferentes religiones, en el que los cristianos son una minoría. Qué importante sería, sobre todo en estos días dada la situación en Jerusalén y en todo el territorio, abrir la puerta al diálogo entre jóvenes de diferentes religiones. Creo que todos los jóvenes, a pesar de nuestras diferencias, partimos de un punto común, buscamos algo, o más bien Alguien, que pueda dar sentido a nuestra existencia. Promover la oportunidad de un diálogo de este tipo en las iglesias de Tierra Santa, a través de la JMJ, dando así a todos la posibilidad de expresarse, significaría poder esperar que un día reine la paz en la Tierra donde nació y vivió Jesús. 

“Manifestar el amor de Cristo por los jóvenes a través de la cercanía de la Iglesia”

El congoleño Gelson Fernando durante su intervención.

Gelson Fernando Augusto Dinis de 24 años, angoleño, seminarista, estudiante de Teología Dogmática en Roma.

Mi nombre es Gelson Fernando Augusto Dinis. Soy de Angola, de Luanda. Tengo 24 años. Soy seminarista, licenciado en Filosofía y Teología. Actualmente estoy cursando la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Urbaniana.

He tenido la oportunidad de leer el documento "Orientaciones pastorales para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares". Su profundidad y belleza me han impactado mucho.  En particular, el énfasis que da a la Iglesia como mediadora del encuentro del joven con Dios, y a sus ministros como facilitadores de este encuentro. En la Iglesia todos deben sentirse acogidos y amados, pero sobre todo acompañados, y en particular los jóvenes, que están llamados a ser testigos del amor de Dios allí donde se encuentren.

Las Jornadas Mundiales de la Juventud nacieron precisamente con esta intención: manifestar el amor de Cristo por los jóvenes a través de la cercanía de la Iglesia. Los jóvenes son sus hijos preciosos y amadísimos, que deben estar en el centro de su misión evangelizadora.

Los jóvenes, como perlas preciosas de la Iglesia, encuentran en las Jornadas diocesanas de la Juventud una oportunidad no sólo para experimentar la comunión eclesial, sino también para aprender a sentirse miembros de la comunidad en la que se encuentran. Por eso, en estas ocasiones, la cercanía del párroco, del obispo, es fundamental, para que los jóvenes se sientan acogidos y comprendan que son esenciales para la misión de la Iglesia, que en sí misma no excluye a nadie.

Por otra parte, estas Jornadas son también un espacio vocacional, de verdadero descubrimiento de la voluntad de Dios en la propia vida. Yo también, en algunos encuentros similares a estos, he tenido experiencias importantes en mi camino vocacional. Por ejemplo: antes de venir a Roma, pude participar tanto en varias misas con motivo de la celebración diocesana de la Jornada de la Juventud, presidida por el obispo de mi diócesis, como en varias vigilias vocacionales, algunas de ellas celebradas en las distintas parroquias de la diócesis, para implicar a los jóvenes. La dedicación y la cercanía de los que me guiaron me hicieron desear entrar yo mismo en el seminario unos años después.

Por eso, como bien se señala en el documento, la cercanía de los pastores, ya sean obispos o sacerdotes, sobre todo en estas ocasiones, sirve de estímulo para el discernimiento de cada joven. Pero además del acompañamiento de los obispos o de los sacerdotes, el testimonio de las familias -sobre todo de los matrimonios más jóvenes- es fundamental para que cada joven, evangelizado por su presencia, descubra el proyecto de Dios en su interior y no tenga miedo de hacer una elección definitiva para su vida.

DISPONIBLES EN ESTE ENLACE LAS “ORIENTACIONES PASTORALES PARA LA CELEBRACIÓN DE LA JMJ EN LAS IGLESIAS PARTICULARES