9 de mayo de 2021
Nº 1378 • AÑO XXIX
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Campotéjar, Montilla y Dehesas viejas
Jóvenes y adultos reciben la Confirmación en la S.I. Catedral
El pasado viernes 30 de abril, a las 19 horas en la S.I. Catedral, tuvo lugar la celebración del sacramento de la Confirmación de 35 fieles, procedentes de las localidades de Campotéjar, Montillana y Dehesas viejas.
Tras su debida preparación catequética, condicionada por las limitaciones debidas a la pandemia, un nutrido grupo de 13 jóvenes y 22 adultos acudieron a la Catedral de Granada para recibir el sacramento de la Confirmación de la fe. Acompañados del sacerdote D. Klemens Proszowski, responsable parroquial, los confirmandos fueron recibidos con alegría por el Arzobispo de Granada D. Javier Martínez.
Procedentes de varias parroquias septentrionales de la diócesis, los confirmandos han sido preparados en estos meses entre su párroco y las familias. “Lo que puedo decir es que me ha sorprendido la colaboración de los padres. No hemos podido tener algunos grupos de catequistas por la pandemia, por eso les pedí a lagunas madres que me ayudasen”, cuenta Proszowski. “A ellas también les ha servido, pues dos han pedido el sacramento de la Confirmación”.
“JESÚS NOS LLEVA DEL BRAZO”
El Arzobispo quiso recordar que la Confirmación es algo que Dios hace por nosotros, un regalo en el que Dios se da con mayor plenitud a cada uno. “Porque Dios no necesita nuestras buenas obras. Dios quiere nuestro corazón. Por lo tanto, solo quiere nuestra libertad, ¡que le digáis que sí! Que le dejéis quereros”, afirmó.
Dirigiéndose a cada uno, el Arzobispo insistió en que la Confirmación es volver a recibir, con mayor consciencia, ese mismo “sí quiero” de Dios que ya comenzó en el Bautismo. “Nuestro destino es Dios y eso, que sería inalcanzable para ninguna de nosotros, lo alcanzamos gracias a su amor. Jesucristo os toma del brazo, como toma un esposo a su esposa, para que luego podamos estar junto a Él en la vida eterna”, remarcó.
Al final de su predicación, Mons. Martínez explicó cómo este sacramento ratifica el camino de la fe, de una fe que está llamada a cambiar nuestra vida cotidiana. “Os aseguro que vivir con esa experiencia, vivir sabiendo que esto es verdad, cambia, cambia la mirada sobre uno mismo, cambia la mirada sobre el mundo, sobre la vida, sobre la enfermedad y la muerte. Todo se vive de otra manera, con un gozo profundo que nadie puede arrebatarnos”.
Ignacio Álvarez