11 de abril de 2021
1374 • AÑO XXIX

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 Celebración del Año Jubilar

Se venden los cirios del palio de la Consolación
de la Hermandad del Cristo de San Agustín

La Hermandad del Cristo de San Agustín ha vendido los seis cirios que acompañan cada año el palio de Nuestra Señora de la Consolación en su salida procesional. Con la ausencia de las procesiones de esta Semana Santa, la Hermandad ha decidido venderlos este año para apoyar la obra de su Bolsa de Caridad.

Estos seis cirios, conocidos popularmente como “las Marías”, están pintados a mano y con óleo por el hermano Rafael López Moya. Cada uno de ellos refleja la figura de un santo protector de la hermandad: San Agustín de Hipona, Santa Mónica, Santa Clara y San Francisco de Asís, el Beato Fray Leopoldo de Alpandeire y San Juan de Dios, copatrón de Granada. Santos de la orden agustina o la orden franciscana con las que la hermandad tiene mucha vinculación.

La Hermandad los utilizó este año para acompañar el altar efímero con sus titulares en la capilla del monasterio del Santo Ángel Custodio, durante el pasado Domingo de Ramos y el Lunes Santo.

“Normalmente los cirios de San Francisco los regalábamos a la comunidad de clarisas, pero dadas las circunstancias hemos decidido hacer lo mismo pero que los hermanos que se lo llevaran hicieran un donativo para la bolsa de la caridad”, explica el Hermano Mayor, Vicente Molina. “Los hermanos han respondido estupendamente y ya están todos adjudicados”.

Con esta y otras iniciativas, la Hermandad del Cristo de San Agustín sigue animando la celebración de su Año Jubilar concedido con motivo del V Centenario de la hechura del Cristo de San Agustín y que durará hasta el próximo 14 de septiembre.

ACTO JUBILAR DE LOS SÁBADOS
Todos los sábados del mes, la Hermandad del Cristo de San Agustín ofrece un acto jubilar que ayude a formalizar la concesión de la Indulgencia Plenaria. Además de ello, los primeros sábados de cada mes, se lleva a cabo un acto comunitario junto al director espiritual de la Hermandad, D. Francisco Tejerizo, en el que se ofrece un espacio para la oración, la meditación de la Palabra y la disponibilidad del sacramento de la Confesión.

En cualquier caso, todo aquel que lo desee puede peregrinar al monasterio de la Calle San Antón 40. Visitando esta figura del Cristo de San Agustín y cumpliendo las condiciones ordinarias establecidas por la Santa Sede (Confesión, Comunión y oración por las intenciones del Santo Padre), todo peregrino recibirá el don de la Indulgencia Plenaria.

Ignacio Álvarez