11 de abril de 2021
1374 • AÑO XXIX

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Será nombraba Venerable

Las religiosas Obreras del Corazón de Jesús, de Guadix, nos presentan a la hermana Juanita, más cerca ahora de los altares

La hermana Juanita, religiosa Obrera del Corazón de Jesús, será nombrada venerable en breve. Un paso más para que su santidad sea reconocida públicamente por la Iglesia.

Esto no es solo una buena noticia, sino una confirmación de que la vida, así como es y así como se nos presenta, es siempre un espacio de salvación. Ninguna realidad por dura que sea nos condena a la angustia o a la desesperación.

Juanita, nació en Villanueva de Córdoba el 20 de enero de 1937. Desde muy pequeña vivió con sus padres y hermanos en el campo, hasta que, al fallecer su madre, cuando ella tenía ocho años, se va a un internado que tenían las RR. Obreras del Corazón de Jesús. Cuando tenía 13 años se consagró a la Virgen María y se contagia de tifus estando a punto de morir. A consecuencia de esta enfermedad queda postrada en cama y con muchas llagas hasta el día de su muerte.

El 29 de septiembre de 1963 (con un permiso especial) ingresa en la Congregación de Obreras del Corazón de Jesús y, durante 27 años, vive su consagración religiosa asumiendo de manera íntegra y profunda el carisma apostólico y misionero de la Congregación. Supo darle sentido a su dolor y a su inmovilidad pues su anhelo era identificarse con Cristo crucificado y ofrecerse como Él por la extensión del Reino.

Muere en Villanueva de Córdoba el 5 de abril de 1990, dejándonos un solemne testimonio de servicio y entrega, de amor y de esperanza.

Juanita es sin duda para todos nosotros un ejemplo de que lo que plenifica al ser humano es la donación, la entrega y el saber darle un sentido, desde la fe, a todo cuanto acontece. Su vida pequeña y aparentemente insignificante se ve, como la de María, engrandecida porque le deja a Dios que haga en ella conforme a su querer. Su profunda vida interior y su compromiso con los demás son una muestra de esperanza y del valor de la vida, aunque ésta esté enferma o herida. Ella que ha pasado por la enfermedad, el sufrimiento y el dolor continuo puede compadecerse e interceder por todos nosotros ante el Señor.

Encomendemos nuestras intenciones, dificultades, enfermedades y problemas a la intercesión de la Hna. Juanita.

Hna. Obreras del Corazón de Jesús