21 marzo 2021
1371 • AÑO XXIX

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Día del Seminario 2021

“Padre y hermano, como San José”

El 19 de marzo es la solemnidad de San José y por ello Día del Seminario, con el lema Padre y hermano, como san José. En las comunidades autónomas en las que no es festivo, se celebra el domingo más cercano: el 21 de marzo. El objetivo de esta jornada es reflejar la figura de San José, en los sacerdotes, en un año en el que, si cabe, este santo ha tomado un mayor protagonismo tras declarar el Papa el Año de San José. La Subcomisión Episcopal de Seminarios destaca en su reflexión teológica, que, bajo el cuidado de San José, los sacerdotes son enviados a cuidar la vida de cada persona, con el corazón de un padre, sabiendo además, que, cada uno de ellos es su hermano. Ofrecemos la Carta Pastoral del Obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco.

Queridos diocesanos:

En la festividad de san José, patrón de los Seminarios y modelo para los sacerdotes, celebramos el día del Seminario. Es una importante convocatoria para la Iglesia, que tiene una relevancia especial este año 2021. El Papa Francisco convocaba, el pasado día 8 de noviembre de 2020, un año jubilar josefino en el 150 aniversario de la proclamación de San José como patrono de la Iglesia universal. Teniendo como guía y marco la carta apostólica Patris corde, vivamos con intensidad en nuestra Diócesis esta jornadaEl lema de la campaña responde a este patrocinio: Padre y hermano, como San José.

Seminaristas del San Cecilio en una foto de archivo.

En la formación de los candidatos al sacerdocio, San José es referencia en la que nos miramos para hacer vida sus virtudes en la acción pastoral de nuestros sacerdotes. En estos tiempos de pandemia, como nos dice el Mensaje a los sacerdotes y seminaristas de la Conferencia Episcopal Española, pedimos, sobre todo, que aquel que afrontó las dificultades de la vida con humildad, la inteligencia y la valentía que brotan de un ‘corazón de padre’, como nos ha recordado el Papa Francisco, aliente el ánimo y renueve la esperanza teologal en el corazón de todos vosotros, presbíteros y seminaristas, especialmente encomendados a su patronazgo y discreta protección”. San José es, además de padre, un auténtico hermano que nos lleva a implicarnos de lleno en la fraternidad. Así nos lo dice el Papa Francisco en su reciente encíclica sobre la fraternidad y la amistad social: “La existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro” (Fratelli tutti, 64).

El Espíritu Santo sigue llamando hoy a hombres de nuestro tiempo para que sigan anunciando el evangelio en esta porción del Pueblo de Dios.

San José, además de ayudar a estar solícitos en el cuidado a los hermanos, nos anima a ver en Cristo al Buen Pastor que da la vida por sus ovejas en el día a día. Como Buen Pastor se desvive por el cuidado de quienes tiene a su recaudo. Contemplando esta imagen, nos dirige a la caridad pastoral que los sacerdotes seculares han de propiciar en todos los momentos de su vida. (Cf. Pastores dabo vobis, 22)

Foto de archivo de los seminaristas del seminario misionero Redemptoris Mater de Granada.

El año pasado, debido a la COVID-19, se retrasó la Jornada del día del Seminario a la solemnidad de la Inmaculada. Son tiempos difíciles, pero sabéis que es una de las campañas más importantes de la Iglesia diocesana. Es una gran satisfacción ver expresado en la relación de las colectas, como muchas parroquias, animadas por sus párrocos, saben valorar al Seminario y a los sacerdotes en sus vidas, rezan por ellos, trabajan por las futuras vocaciones y son generosas para ayudar a esta institución necesaria para el futuro de nuestras comunidades.

Una Diócesis sin Seminario, es una Diócesis abocada al fracaso. Y un clero despreocupado por la falta de vocaciones, está llamado a la desaparición. Hemos de trabajar con todos los medios a nuestro alcance, a sabiendas que quien lleva el timón es Cristo. El Espíritu Santo sigue llamando hoy a hombres de nuestro tiempo para que sigan anunciando el evangelio en esta porción del Pueblo de Dios. La semilla echará raíces si, como el custodio san José, todos, -sacerdotes, familias, jóvenes, consagrados- mimamos y cuidamos la tierra, acompañamos y nos implicamos en el proceso de una vocación que nació en Cristo para nosotros, la Iglesia.

Me consta que son muchas las iniciativas que estáis haciendo en vuestros pueblos junto a vuestros sacerdotes: el jueves sacerdotal, la plegaria por las vocaciones en la eucaristía, en los laudes y vísperas, la exposición del santísimo con tinte marcadamente vocacional, trabajo con los monaguillos, acompañamiento de las familias, etc. No dejéis de ser creativos y mostrad vuestro ingenio en todo lo que hagáis para bien de nuestra Iglesia diocesana y para el futuro de las vocaciones sacerdotales.

Encuentro virtual de Mons. Orozco con los seminaristas accitanos.

El Seminario es un lugar y un tiempo (cf. Formar Pastores misioneros, Plan de formación sacerdotal,145). El Seminario es el hogar donde se concibe la misión del futuro presbiterio al servicio de la Iglesia local; es realmente un presbiterio en gestación. Es un tiempo de interiorización y aprendizaje para integrar, en la vida de los candidatos al sacerdocio, la dinámica del evangelio y del seguimiento a Cristo. Gracias a Dios, no faltan jóvenes que llaman a las puertas de nuestro Seminario San Torcuato, en sus remozadas instalaciones, aledañas a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Guadix.

Pidamos al dueño de la mies que siga siendo generoso con esta tierra de San Torcuato, primera sede en España donde se anunció la Buena Noticia. Este año contamos con un diácono y cuatro seminaristas en el mayor, un seminarista menor, más aquellos que están en proceso de seguimiento, por medio de la modalidad que empezábamos este año en el Seminario en familia. Necesitamos muchos más.

Miremos a María, promotora de la vocación, Madre de los sacerdotes y los seminaristas, Virgen, esposa de San José, Madre de la Iglesia, Madre de todos los hombres. Que Ella sea nuestro modelo incansable para colaborar en la obra de la salvación. Que San José nos dé un corazón como el suyo, entregado al servicio y la custodia de Jesucristo, Verbo que se encarna para, prolongado en el sacerdocio, salvar de las pandemias de la desesperanza.

Con mi afecto y bendición

+Francisco Jesús Orozco Mengíbar
Obispo de Guadix

Acogida fraterna de la Diócesis congoleña de Pointe-Noire, en Granada

Llegan a Granada tres seminaristas para formarse aquí, y un sacerdote y una consagrada misionera para trabajar con los emigrantes africanos francófonos presentes en nuestra diócesis.

Nuestra Diócesis de Granada y la de Pointe-Noire, en República del Congo, acrecientan su comunión y hermandad mutua con la llegada de tres seminaristas, un sacerdote y una consagrada misionera procedente del país africano a nuestra Diócesis.

Desde comienzos del mes de marzo, tres seminaristas de la diócesis congoleña están en Granada, donde se forman y aprenden el idioma español, acogidos por el Seminario Mayor San Cecilio. También, un sacerdote y una consagrada misioneras congoleños han llegado a nuestra diócesis para trabajar con los emigrantes africanos francófonos en nuestra diócesis.

“UN GRAN DESAFÍO MISIONERO”
“Es un gran desafío misionero para nosotros y quiero confiar todo esto a vuestras oraciones, para que su presencia en España sea para bien de todos ellos y de la Iglesia y la sociedad española”, explicaba D. Miguel Ángel Olaverri, sdb, obispo de Pointe-Noire, en un escrito dirigido a nuestro arzobispo D. Javier y disponible en la revista Fiesta Digital de este domingo 21 de marzo, disponible en www.archidiocesisgranada.es.

Los seminaristas procedentes de esta diócesis congoleña celebrarán, junto a los seminarios Mayor San Cecilio, Redemptoris Mater y Menor Virgen de Nazaret el Día del Seminario, que este año, con motivo del Año de San José, está dedicado al Esposo de la Virgen, con el lema Padre y hermano como San José.

Además de los tres nuevos seminaristas en Granada procedentes de la diócesis congoleña, también han llegado a la Diócesis de Vitoria otros cuatro seminaristas, que continuarán su formación en esta diócesis del País Vasco. El obispo de Pointe-Noire, D. Miguel Olaverri, sdb, ha expresado su agradecimiento a nuestro arzobispo D. Javier y al obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, “por la acogida tan fraterna que han preparado”.

Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social

“Que su presencia en España sea para bien de todos ellos
y de la Iglesia y la sociedad española”

Mons. Miguel Ángel Olaverri, sdb, obispo de Pointe-Noire (Congo).

Por su interés, publicamos el escrito en el que el obispo de Pointe-Noire (República del Congo) anuncia la llegada de tres nuevos seminaristas a nuestra diócesis, así como de un sacerdote y una consagrada misionera para trabajar con los emigrantes africanos francófonos en nuestra diócesis. 

Queridos todos: familia, religiosos, religiosas, amigos, sacerdotes, obispos, bienhechores y tanta gente buena que anda suelta por el mundo, colaborando con la obra de Dios que es dignificar a las personas para que cada uno sea más feliz en esta vida preparando la otra que sin duda será mejor.

Ya os dije que estoy en París desde hace una semana y he terminado mis controles a nivel de cardiología, esperando ahora los resultados y la decisión para implantarme un "estimulador cardiaco" (pacemaker), pero sin haber decidido todavía nada sobre la decisión final ni las fechas posibles. Tendré que retrasar sin duda mi vuelta al Congo, pues la situación del Covid-19 en Francia y en París es seria y, ahora mismo, estamos haciendo controles de test antigénicos y PCR continuamente, para asegurarnos que no estamos contagiados y que no contagiamos a los demás.

El obispo del Congo, que murió hace dos semanas en Roma del Covid-19, finalmente, no podrá ser enterrado en el Congo, pues las compañías aéreas no lo permiten. Así que se la dará sepultura en Roma este martes que viene, muy a pesar de la decisión de nuestra conferencia episcopal que deseaba como es lógico repatriarlo al Congo para que fuera enterrado allí.

Mons. Olaverri durante una Eucaristía en el Congo.

También deciros que este sábado próximo iré a Madrid para acompañar a 7 seminaristas congoleños que vienen a estudiar teología en Vitoria (4) y en Granada (3), y también un sacerdote congoleño y una religiosa congoleña que vienen para trabajar con refugiados y emigrantes francófonos en Granada. Es un gran desafío misionero para nosotros y quiero confiar todo esto a vuestras oraciones, para que su presencia en España sea para bien de todos ellos y de la Iglesia y la sociedad española.

Tendrán el jueves una misa de despedida de toda la archidiócesis de Pointe-Noire, y ya, desde ahora, mi agradecimiento a Mons. Javier Martínez, arzobispo de Granada, y a Mons. Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, por la acogida tan fraterna que han preparado.

Yo estaré, espero, una semana en Pamplona, y luego ya a esperar la decisión de los médicos ante de mi vuelta al Congo.

Deciros también que hemos instalado placas solares en otra de nuestras misiones de la zona rural. No dudéis en movilizar gente para esta cuestión y la de los pozos de agua. Podemos multiplicar fuerzas entre todos y hacer cada uno lo que podamos.

Hoy, el no tener agua en tantos sitios es una vergüenza para la humanidad y es nuestra lucha de cada día para que tanta gente pueda tener los mismos derechos que nosotros tenemos. Puede ser un buen compromiso en esta Cuaresma para muchos de vosotros y os aseguro que son grandes desafíos, pero también grandes alegrías para tanta gente pobre que dependen de todo y que carecen de tantas cosas que nosotros tenemos. En vuestro nombre y en el de Cristo, allí seguiremos dando vida hasta que el cuerpo aguante.

Que la Palabra de Dios de este Domingo II de Cuaresma os ayude a realizar, poco a poco, esa conversión de corazón que tanta falta nos hace.

Un abrazo fuerte para todos, con mi recuerdo en la Eucaristía de cada día.

Con cariño.

+ Miguel Angel Olaverri, sdb
Obispo de Pointe-Noire (República del Congo)