7 de marzo de 2021
1369 • AÑO XXIX

INICIO - Testimonio

Santa Catalina Drexel

Fundadora de escuelas para los excluidos de EEUU

En Filadelfia, del estado de Pensilvania, en los Estados Unidos de Norteamérica, santa Catalina Drexel, virgen, que fundó la Congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento y utilizó los bienes de su herencia con largueza y benignidad, en educar y ayudar a indios y negros.

Nació el 26 de Noviembre del 1858 en Filadelfia, Pennsylvania, USA. Sus padres, Francis A. y Emma Drexel, eran una familia muy rica. Desde pequeña le enseñaron a utilizar su riqueza generosamente. Su hermana mayor, Isabel, abrió en Pennsylvania, USA, una escuela para huérfanos; su hermana más joven fundó una escuela para personas pobres de raza negra en Virginia. Catalina cuidó de su madre por tres años hasta que esta murió en 1883.

Preocupada por la gran necesidad en que se encontraban los indios americanos, Catalina le pidió al Papa León XIII, durante una audiencia en 1887, que enviara mas misioneros al estado de Wyoming, para su amigo el obispo James O'Connor. El papa le respondió, "¿Por que tu no te haces misionera?

Catalina visitó los estados de Norte y Sur Dakota, conoció al jefe indio de la tribu Sioux, y comenzó su ayuda sistemática a las misiones con los indios americanos. Con el tiempo gastó millones de la fortuna de la familia en esta ayuda.

Entró el noviciado de las Hermanas de la Misericordia (Sisters of Mercy). Fundó las Hermanas del Santísimo Sacramento para los indios y negros, en Santa Fe, New Mexico, USA en 1891.

La Madre Francisca Cabrini, quién también es santa canonizada, le aconsejó que recibiera la aprobación de Roma para la orden. Recibió dicha aprobación en el año 1913.

En el año 1942 tenía un sistema de escuelas católicas para indios americanos y personas de raza negra en 13 estados. Este sistema incluía 40 misiones, 23 escuelas rurales, 50 misiones para los indios y la Universidad Xavier en New Orleans, Louisiana, USA, la primera universidad en Estados Unidos para los personas de raza negra. Por todo esto Catalina sufrió persecusión.

A sus hijas espirituales les decía "que nuestro corazón se goce de tan excelso servicio que es servir al prójimo como a Cristo mismo".

Después de un ataque al corazón, pasó los últimos 20 años de su vida concentrada en la oración y meditación. Murió por causas naturales el 3 de marzo, 1955, en la casa madre de su comunidad, Bensalem, Pennsylvania.