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“Claret”, la película

Esclavo, libertador, santo

Este fin de semana se estrena la película Claret, que narra la vida del fundador de los misioneros claretianos. El film relata la vida de este santo de vida apasionante, que llegó a ser Arzobispo de Cuba y confesor de la Reina Isabel II.

Este 24 de septiembre celebramos la memoria de uno de los más grandes personajes de la Iglesia española del siglo XIX y cerca de esa fecha llega ahora el estreno de la película sobre su vida.

Nacido en 1807 en Sallent, localidad de la provincia de Barcelona. Desde joven vio clara su llamada al seminario. Al ordenarse se revela como un sacerdote misionero, dedicado con predilección al anuncio de la Palabra. Va a Roma en 1839 para ofrecerse como voluntario a Propaganda FIDE y empieza a vivir como misionero durante nueve años por pueblos de Cataluña y Canarias. Todo ello en medio de ese siglo convulso para la Iglesia, marcada por la propagación de las ideologías secularizadoras y la expropiación de bienes eclesiásticos.

Así empieza la vida de Antonio María Claret, un hombre de Dios que buscó la salvación de los hombres, dedicando su vida a anunciar la Buena Nueva del Envangelio. La película está dirigida por Pablo Moreno, que cuenta en su haber como realizador otras películas de santos españoles como Luz de Soledad (2016), Poveda (2016) o Un Dios prohibido (2013).

La película arranca del engaño descubierto por Azorín, al darse cuenta de que la vida y las obras del padre Claret habían sido adulteradas. Arranca así la historia desde esta investigación llevada a cabo por el intelectual español y que nos descubre la verdadera biografía del santo.

“Claret es multidimensional, es un personaje rico y profundo, con una espiritualidad arrebatadora, gran comunicador y con una extensa y prolífica vida”, dice el realizador español. “Después de la muerte de Claret, su figura sufrió una brutal campaña de desinformación que adulteró durante décadas la verdad de su ser y su obra. Azorín en los años 30 del siglo pasado descubrió el engaño, y gracias a él, yo pude resolver la forma en la que mostrar Claret al mundo”.

Después de sus años por la península y las islas canarias, en 1849 es nombrado Arzobispo de Cuba. En el mismo año funda la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón de María, a la que da por consigna: "Salvar las almas de todo el mundo y por todos los medios posibles". A pesar de que le encantaba Cuba, un atentado a su vida hizo que el Papa lo trasladase a España nuevamente, donde la Reina Isabel II le reclama y le nombra como Confesor.

Claret desarrolló entonces una gran labor apostólica desde la prensa, tan crucial en ese siglo XIX convulso, marcado por la propagación de las ideologías secularizadoras, la desamortización de bienes eclesiásticos y supresión de órdenes religiosas.

La cinta supone una ocasión para conocer de cerca la vida de este santo apóstol, a quien tras su participación en el Concilio Vaticano I, se le niega el ingreso en España y muere como desterrado político en el monasterio cisterciense de Fontfroide el 24 de octubre de 1870.

Una buena opción, que marca el progreso como director de Pablo Moreno, que ya prepara más películas sobre santos españoles, tan necesarias en nuestro tiempo.

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