Nº 1385 • AÑO XXIX
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Presididas por D. Javier Martínez
Un grupo de 25 adultos recibieron la Confirmación en La Zubia
La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad de La Zubia celebró la recepción del sacramento de la Confirmación de un grupo de 25 adultos el pasado 18 de junio a las 20 horas. La Eucaristía estuvo presidida por el Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez.
Tras un año de preparación catequética, con reuniones quincenales, este grupo de adultos de la parroquia de la Asunción de La Zubia, recibieron el sacramento de la Confirmación de manos del Arzobispo de Granada, que presidió la Eucaristía junto a su párroco, D. Antonio Antúnez.
Un año de preparación en el que este grupo, formado por varias parejas de novios y algunos padres de familia, ha podido profundizar en su conocimiento sobre lo que es la Iglesia, el misterio del Dios Trinidad, el Credo y lo que significa la Confirmación en sí.
Después de templar un poco los nervios de los confirmandos, que vivieron este momento con especial intensidad, el Arzobispo quiso darles la enhorabuena por la recepción del sacramento de la plenitud del Espíritu Santo. Al igual que los catequistas, les invitó a disfrutar del momento.
Entre los dones del Espíritu Santo, recordó que el del temor de Dios viene a ser como el deseo que anima el Espíritu de conservar el amor, como el de una pareja de novios que quiere quererse siempre.
ANIMADOS AL COMPROMISO PARROQUIAL
Confirmandos, catequistas y el párroco se han mostrado muy contentos tras esta celebración, que se llevó a cabo respetando las limitaciones de aforo establecidas.
“Yo creo que tenían mucha ilusión, tenían muchos nervios, porque es un momento en el que quieres darlo todo y sentir ese momento. Les animamos a disfrutarlo, a que participen bien de la Eucaristía”, dice Mari Carmen, una de las catequistas que les ha preparado en este tiempo.
“Yo salí muy contento, fue un acto muy participativo”, cuenta el párroco. “Uno de los confirmandos habló conmigo y me dijo ‘soy una persona nueva’, siento que llevo el Espíritu en mi vida y esto me va a a empujar a ser mejor cristiano y testigo dentro de la comunidad”.
Lo cierto es que todos fueron animados a seguir implicándose dentro de la Iglesia, de la comunidad parroquial de La Zubia, que permanece con las puertas abiertas como su propia casa. Varios de ellos parece que se postulan para seguir comprometidos como animadores parroquiales de la Asunción.
Ignacio Álvarez