20 de junio de 2021
1384 • AÑO XXIX

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 Junto a los párrocos de Benalúa y Fonelas

Más de medio centenar de personas peregrinaron a Face Retama en la Misa presidida por el obispo este 15 de junio


El obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, presidió la primera Misa en Face Retama de esta nueva etapa que se quiere para este santuario diocesano. Fue el martes 15 de junio, por la tarde, y se dieron cita en el lugar más de cincuenta personas, llegadas de Guadix, de Benalúa y de Fonelas, que adoptaron las medidas sanitarias establecidas. Fue una celebración entrañable, con la que se quiere retomar el culto de manera continuada en este lugar, vinculado a San Torcuato y que ha mantenido su tradición durante veinte siglos.

Face Retama hoy está en medio de la nada y en el corazón de la diócesis. Es un lugar despoblado, pues sus habitantes hace tiempo que se fueron a los pueblos cercanos o a otros más lejanos. El acceso es por camino de tierra y, sin embargo, es un lugar que no ha sido abandonado, que mantiene viva la devoción a San Torcuato y que el prelado accitano quiere convertir, de nuevo, en un espacio de referencia espiritual, de retiro. Incluso, no se descarta que pueda haber una comunidad de religiosos que den vida a este espacio tan cargado de historia y devoción.

A parir de este 15 de junio, cada mes, se celebrará la Misa en la ermita de San Torcuato. Será el 15 de cada mes y, si cae en domingo, se desplaza a un día cercano. Y serán los canónigos quienes se encarguen de presidir estas celebraciones, aunque se contará también con los párrocos de Benalúa y Fonelas, donde se encuentra la mayor parte de los “cateros”, los pobladores de estas tierras que llevan a San Torcuato incluso en el gentilicio.

Ahora se ha restaurado la iglesia y pronto se adecentará la hospedería y la cueva, donde también se conservan pinturas de inicios del XVIII. Además, se va a cuidar el olivo al que se le adjudica un aceite curativo. Son lugares donde la tradición sitúa la predicación de San Torcuato en el siglo I y donde fue enterrado su cuerpo tras el martirio. Han pasado veinte siglos y la tradición sigue viva. Ahora, sin duda, se abre una nueva etapa para Face Retama que, se convierte, de nuevo, en lugar de peregrinación y en referencia espiritual.

Antonio Gómez