Nº 1368 • AÑO XXIX
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Armida Barelli
Una vida consagrada al apostolado en el mundo
La Venerable Sierva de Dios, Armida Barelli, de la Tercera Orden Seglar de San Francisco, fue también cofundadora del Instituto Seglar de las Misioneras de la Realeza de Nuestro Señor Jesucristo. El pasado 20 de febrero la Congregación para la Causa de los Santos promulgó un decreto relativo al milagro atribuido a su intercesión.
Armida Barelli nació en una familia de la burguesía acaudalada de Milán (Italia). Hizo sus estudios en el Instituto de Santa Cruz de Menzingen (Suiza), lo cual le permitió hablar correctamente el francés y el alemán. En 1913, después de no pocas vacilaciones interiores, hace la ofrenda perpetua de sí misma a Dios para el apostolado en el mundo. Desde entonces marcha segura, bajo la guía del Padre Arcángel Mazzotti, más tarde arzobispo de Sassari y que será su director espiritual hasta su muerte. Entra a formar parte del grupo espiritual del Padre Agustín Gemelli, Mons. Francisco Olgiati y del venerable doctor Luis Necchi.
El Padre Gemelli ve concretizarse en ella la idea de aquel nuevo tipo de consagración a Dios en el mundo, que luego realizará con la fundación de las Misioneras de la Realeza, agregadas a la Orden Franciscana seglar. Los años 1914-1915 los pasó enferma en Pegli. Fue ella quien transmitió al padre Gemelli la idea de la consagración de los soldados al Sagrado Corazón y trabajó incansablemente en ello. La consagración realizada en 1917, después de largos decenios de anticlericalismo, marca en Italia el volver a acercarse de las masas católicas a la Iglesia.
Poco antes habían pasado los días de Caporetto, cuando el Cardenal Andrés Ferrari, arzobispo de Milán, le pidió organizar en la arquidiócesis el movimiento de la juventud femenina de la Acción Católica. Así se inaugura en febrero de 1918 la nueva asociación, que pronto y con grandes repercusiones espirituales se difundirá en toda Italia con el impulso de Benedicto XV, y después sobre todo de Pío XI y de Pío XII. Imposible seguir en todas sus fases el desarrollo de la juventud femenina de acción católica, que al comienzo de la segunda guerra mundial contaba con más de un millón de socias.
Junto con el Padre Gemelli es protagonista en la fundación de la universidad católica del Sagrado Corazón (1918 1921) del Instituto de Misioneras y Misioneros de la realeza y, en 1929, de la fundación de la Obra de la Realeza de Cristo, que tiene como finalidad la difusión de la vida litúrgica.
Desde fines de 1947 a 1952 la vida de la Sierva de Dios Armida Barelli por parálisis bulbar progresiva, se convierte en holocausto, consumado en plena adhesión a la voluntad de Dios. Murió en Marzio (Varese) el 15 de agosto de 1952.
MILAGRO RECONOCIDO
El milagro atribuido a la intercesión de Armida Barelli, y reconocido por la Santa Sede, sucedió en la localidad italiana de Prato. El 5 de mayo de 1989 la señora Alice Maggini de 65 años fue atropellada por un camión mientras viajaba en bicicleta y sufrió una conmoción cerebral severa. Los médicos habían predicho graves consecuencias neurológicas.
Tras el accidente, la familia de la señora invocó la intercesión de la Sierva de Dios y en modo científicamente inexplicable, Alice Maggini se recuperó por completo y, sin haber sufrido ninguna consecuencia y continuó su vida en total autonomía hasta su muerte en 2012.