Nº 1367 • AÑO XXIX
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En la parroquia de Santa María
Arranca la Cuaresma en Huéscar con un Miércoles de Ceniza
adaptado al tiempo de pandemia
Aunque no lo parezca, el pasado 17 de febrero arrancaba la Cuaresma, ese tiempo que nos llevará a la Semana Santa. Una Semana Santa que este año va a ser muy distinta, sin pasos en las calles y con celebraciones en nuestros templos, junto con los actos religiosos en torno a los sagrados titulares de las cofradías, eso sí, con medidas de seguridad y con aforo limitado.
Como todo va a ser diferente, la Misa de las cenizas no podía ser menos. Este año por indicación de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, se ha modificado el rito del Miércoles de Ceniza, adaptándose a este tiempo de crisis sanitaria.
Estas eran las indicaciones que se nos daban y que todos los sacerdotes por seguridad hemos seguido: Así, una vez pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: “Convertíos y creed en el Evangelio”. Tras ello, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada.
De este modo, se han celebrado en el día de ayer las Eucaristías en la parroquia de Santa María de Huéscar. Este año, para cumplir con los aforos, se han celebrado cuatro Eucaristías, para que los fieles se pudieran distribuir, acomodándose a la hora que mejor les viniera.
Cada una de ellas se ha dedicado a un grupo específico. Por ejemplo, la de las 18:00 horas estuvo dedicada a las hermandades de la parroquia, A estas alturas ya se habrían celebrado distintos ensayos de costaleros, las casas de hermandad estarían abiertas de par en par preparándose para los días grandes. Si bien, este año no habrá limpieza de enseres, ni reparto de trajes de nazareno, ni nada que haga presagiar que la Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Pero las hermandades siguen intentando dar normalidad a lo que no la tiene, porque nada de lo que ocurre en estos días es lo natural de una Cuaresma.
José Antonio Martínez
Párroco de Santa María