14 de febrero de 2021
1366 • AÑO XXIX

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María Teresa González Justo 

”La gloria de Dios y el bien de los hermanos”

El día 11 de febrero de 2021 se han cumplido 100 años del nacimiento de la Venerable María Teresa González Justo, religiosa de las Hermanas de Ntra. Sra. de la Consolación.

Una religiosa de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, que nació, en España, en tierras manchegas, concretamente en Quintanar de la Orden, provincia de Toledo el día 11 de febrero de 1921, festividad de Nuestra Señora de Lourdes. Sus padres, Martiniano González Chacón e Isabel Justo Torres, la bautizaron en la Iglesia Parroquial de Quintanar, con el nombre de Francisca, la llamarán Paquita entre la familia y conocidos.

Paquita fue la mayor de tres hermanas. Creció feliz en un ambiente de amor sereno, católico y bueno; aprendió de sus padres a preocuparse por los demás y a tener sensibilidad y caridad con los más necesitados de su ambiente, a los que visitaba y ayudaba siempre con lo que estaba a su alcance. Fue alumna del Colegio de la Consolación de Quintanar, creció como una niña normal de su tiempo, alegre, buena, piadosa, siempre sonriente y en salida para hacer el bien. 

A la edad de 15 años quedó huérfana de padre, el cual murió mártir por la fe, víctima de la Guerra Civil Española en 1936. Durante 7 meses, Paquita, cada día, visitó en la cárcel al asesino de su padre, allí le llevaba la comida y el perdón de Dios, como un gesto de caridad y de amor misericordioso. 

Cuando tenía 20 años, Paquita, que siempre buscó hacer en su vida la voluntad de Dios, descubre la llamada, la vocación de entrega total al Señor y a los hermanos y se despide de su casa para ser Hermana de la Consolación. Ingresó en el Noviciado de Jesús-Tortosa el 15 de marzo de 1941. En septiembre del mismo año viste el hábito religioso y cambia de nombre, desde ahora Paquita se llamará Sor María Teresa. 

Siempre al lado del más necesitado, tratándoles con un amor sin límites, viendo en ellos al mismo Dios y así exclamaba: “Dios mío, ¡cuánto amo a mis hermanos, es que en ellos estás Tú!”

Hace su primera profesión en 1943 y es enviada a trabajar apostólicamente en tierras valencianas unos meses en el Colegio de la Consolación en Burriana y en seguida la destinan al campo sanitario al que se sentía llamada, a servir a los enfermos tuberculosos en el Sanatorio de Vila Real, donde permanecerá hasta 1953, momento en que el Sanatorio con todos los enfermos y trabajadores y Hermanas es trasladado a Castellón de la Plana, al Sanatorio antituberculoso, “La Magdalena”.     

En este campo apostólico María Teresa desplegará todo su amor a Dios, que fortalece en la oración y lo entregará sin descanso, a los enfermos, en un amor que se hace servicio total, para todos, procurándoles atenciones humanas, espirituales y materiales; siempre al lado del más necesitado, en una caridad que no conoce fronteras, elevando la dignidad de cada uno de ellos, tratándoles con un amor sin límites, viendo en ellos al mismo Dios y así exclamaba: “Dios mío, ¡cuánto amo a mis hermanos, es que en ellos estás Tú!”

El día 12 de octubre de 1967, festividad de la Virgen del Pilar, moría María Teresa, a causa de un cáncer en el Sanatorio de la Magdalena de Castellón de la Plana. Tenía 46 años. Vivió y entregó su vida al cuidado de los enfermos tuberculosos durante 24 años, pasó como un ángel de paz, siempre con una sonrisa en los labios, olvidada de sí y no buscando otra cosa que ”la gloria de Dios y el bien de los hermanos”, como su Madre Fundadora, santa María Rosa Molas.

En septiembre de 1981 se introdujo la Causa de Beatificación y Canonización de Sor María Teresa González Justo en la Diócesis de Segorbe-Castellón. El 13 de junio de 1992, el Papa san Juan Pablo II, ratificaba el Decreto de reconocimiento de las Virtudes Heroicas de la Sierva de Dios como Venerable. Sus restos mortales descansan en la Capilla del Colegio de Nuestra Señora de la Consolación de Castellón, donde pueden ser visitados. 

La Causa sigue abierta a la espera del milagro necesario para su beatificación.