10 de enero de 2021
1361 • AÑO XXIX

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Fallecido en la madrugada del Año Nuevo 

In memoriam et amorem de D. Federico Rodríguez

En la madrugada de la pasada noche vieja, en una hora incierta, mientras plácidamente dormía, Federico hizo mutis tras la cortina y dejó el escenario de este mundo pasajero.

En la soledad de su habitación se producía el misterioso Encuentro con Aquel al que había suplicado en un bellísimo soneto de 2004 titulado Déjame estar contigo:

Déjame que en el andén de tu hermosura/ detenga para siempre mi camino./ Deja que sea tu puerto mi destino,/y quemaré mis naves con premura.

Deja que tu horizonte sea mi altura,/ y manantial tu pecho cristalino,/
donde calme mi sed de peregrino,/ aunque me ciegue el sol de tu blancura.

No quiero otro horizonte ni otra orilla./No quiero beber agua de otra fuente
ni navegar sin Ti por otros mares.

Solo quiero quedarme eternamente/ contigo, y en silencio, mis pesares/
apagar con un beso en tu mejilla.

Federico Rodríguez Ratia ha sido sacerdote- su más preciado título- párroco, profesor, canónigo y poeta. Nacido en Domingo Pérez de Granada el 21 de Noviembre de 1944 y cinco días después allí bautizado. Resumiendo su densa biografía, estudió Bachillerato, Filosofía y los primeros cursos de Teología en los seminarios de la Congregación de los Claretianos de la Bética. El resto de Teología hasta los cursos de Licenciatura en la Universidad de Sherbrooke (Québec-Canadá). Después obtuvo el título de Licenciado en Teología Pastoral en la Facultad de Teología de Granada (1987).

Ratia en el día de su ordenación en Quebec.

Ordenado presbítero en Quebec en 1970 durante dos años ejerció allí el ministerio. Y en 1972 se incorporó a la diócesis de Granada en la que al poco tiempo se le incardinó. Ha servido las parroquias de Torrecardela, La Mamola, La Rábita, Vélez Benaudalla, Tiena y Olivares, La Zubia, y el monasterio de Carmelitas Descalzas de Ogíjares. Recibió el encargo del Secretariado diocesano de Enseñanza Religiosa y el de la Pastoral Universitaria. En el año 2002 se incorporó al Cabildo de la Abadía del Sacro Monte donde ha tenido diferentes responsabilidades como archivero, bibliotecario y durante un año abad.

La enseñanza ha ocupado gran parte de su vida: al comienzo como profesor en colegios de Victoriaville (Canadá francés) y después en varios centros de Granada, para recalar finalmente en el curso 1982-83 en la Facultad de Ciencias de la educación donde llevó la Secretaria de la Facultad y fue Secretario del Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales. Estudió también Filosofía y Letras, con obtención de la Licenciatura (1991) y el Doctorado(2001) en la Universidad de Granada.

Ha escrito cuatro libros de historia y poesía: Cuando el corazón se quiebra (2004); Granada: Historia y paisajes(2009); Sacro Monte: Cuatro siglos de historia educativa en Granada (2006) y Haykus a media tarde (2012). Se añade a estos otras publicaciones sobre el área de la didáctica de la religión y del área del conocimiento.

D. Federico en una celebración en el Sacromonte.

Su afición a la poesía arranca en su juventud. Desde hace cerca de tres años dirige y alimenta un blog titulado Mis versos desgranando con miles de seguidores. Es un blog muy digno por su contenido y presentación. Sus versos cultivan estos campos: Alforja de Haykus; Anotaciones de un caminante; Poemas del Espíritu; Navidad y poesía; Desde la Abadía; Granada en el alma; Poemas del corazón; Poemas del espíritu; Naturaleza. Se presenta en el inicio del blog como un poeta aficionado. Aquí encontraras poemas de diferente temática y hechura, que podrás ir desgranando a tu ritmo. En ellos se hace referencia a creencias, sentimientos, vivencias y diferentes situaciones de la vida. Todo ilustrado con imágenes y fotografías.

Hombre de cuerpo robusto, con un humor envidiable, una inteligencia clarísima, gran cultura, honda espiritualidad y exquisita afabilidad. Tras su jubilación había buscado el refugio de su pueblo natal y el rescoldo del hogar de sus padres, dejando atrás los brillos de la ciudad.

A las 12 de la noche del 31 de Diciembre pasado brindó por el Año Nuevo con sus sobrinos a través de video conferencia. Unas dos horas más tarde quebró el corazón. Era la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. En su ordenador todavía estaba caliente el último poema: Sonetillo de Nochebuena 2020

Un sonetillo quisiera
hacerle al recién nacido,
que en el pesebre dormido,
junto a su Madre me espera.

Así ha sido, ¡bienaventurado Federico! La Madre y el Hijo te esperaban.

Cabildo de la Abadía del Sacromonte