10 de enero de 2021
1361 • AÑO XXIX

INICIO - Mirada

Después de crecer en el 2020

Proyecto Emaús mira con esperanza este nuevo año

Voluntarios de Proyecto Emaús con los niños en su sede.

El programa de intervención socioeducativa para los menores del barrio Casería del Cerro, Proyecto Emaús, fue capaz de atender el año pasado a una treintena de niños. Pese a las dificultades impuestas por la pandemia, esta iniciativa pudo atender así a todos esos niños de entre 4 y 14 años en riesgo de exclusión social.

“Lo que más agradecen es que estés allí. El saber que tienen un sitio donde pueden ir para lo que sea: para hacer deberes, para jugar, para hablar contigo, para pasárselo bien, para estar con otros niños. Cuando ven que se abren las puertas de Emaús, ¡es como que van todos corriendo para allá!”.

Son palabras de Teresa Alonso, una de las voluntarias de este programa de ayuda a menores de familias desestructuradas o en riesgo de exclusión social, y que da buena idea del ambiente que se cuece en esta humilde iniciativa de la zona norte de Granada. Un programa que permite que estos niños puedan tener un lugar favorable para su crecimiento y se sientan acompañados tanto de adultos como de otros niños.

Desde esta asociación, que forma parte de la Promoción Claretiana para el Desarrollo, quieren que estos chicos puedan encontrar a personas de referencia distintas de su ambiente habitual. La idea es básicamente que puedan sentirse bien tratados y queridos para poder florecer en la vida. 

UNA AYUDA EN TIEMPOS DE COVID
La llegada de la pandemia condicionó pero no frenó la labor de Proyecto Emaús. Desde el pasado mes de marzo, su sede en la Plaza María Josefa Recio tuvo que cerrar, pero eso no impidió a sus responsables el seguir desempeñando su labor. 

“Se ha seguido en contacto tanto con los chavales como con las familias, especialmente a nivel emocional”, explica la coordinadora de Proyecto Emaús, Charo Barrón. “Los meses de confinamiento total estuvimos muy entregados con ellos, haciendo desde cuentos, bailes, actividades… No hemos parado, aunque fuese de forma virtual”.

El ambiente de familiaridad y confianza que genera esta iniciativa hizo que Proyecto Emáus fuese más allá, llegando a convertirse en un apoyo para todas esas familias en dificultad que vivieron con miedo desde marzo. “La incertidumbre de no saber, los agobios, la tristeza, han estado muy presentes en estos últimos meses”, asegura Barrón.

BUSCANDO VOLUNTARIOS Y COLABORADORES
El inesperado repunte de niños y voluntarios experimentado durante los últimos meses, no es sino una señal de que la ayuda sigue siendo necesaria.

Si bien la situación sigue obligando a pensar en el corto plazo, Proyecto Emaús tiene muchas ideas que quiere llevar a cabo en el futuro. “Seguiremos trabajando el apoyo escolar y, si podemos, también con actividades presenciales. Intentaremos firmar convenios para poder realizar actividades de medioambiente, género, también un taller de radio…”, explica la coordinarora.

Mientras tanto, Proyeto Emáus ya se ha dado más a conocer para redes sociales, con cuentas de Facebook, Twitter e Instagram. Todo aquel que quiera saber más para colaborar como asociación o voluntario puede hacerlo igualmente desde su dirección de correo proyectoemaus@procladebetica.org

Ignacio Álvarez