Nº 1352 • AÑO XXVIII
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Beato Segundo Arce Manjón
Dedicado a los más necesitados y a la educación de los niños más pobres
El 6 de noviembre es el día de la Memoria de los mártires el siglo XX en España. En Granada, el clero diocesano conmemorará esta Memoria con su encuentro del lunes 9 de noviembre, en la Abadía del Sacromonte. Allí, Mons. Javier Martínez presidirá una Eucaristía durante la cual se depositarán en el altar de San José los restos del beato Segundo Arce Manjón, beatificado en Almería en 2017, junto a otros 115 mártires de la persecución religiosa en España a principios del siglo XX.
Segundo Arce nació en Ayoluenga (Burgos) y después de iniciar sus estudios para el sacerdocio, su tío don Andrés Manjón, el fundador de las Escuelas del Ave María, lo orientó al Colegio Seminario del Sacromonte de Granada, de cuya Abadía fue canónigo.
Empapado del espíritu de educador que le transmitiera su tío, se convirtió en el continuador de su obra pedagógica al servicio de los niños más pobres del Sacromonte y el Albaicín. Profesor suyo fue Manuel Medina Olmos, futuro obispo de Guadix. También fue compañero de clase de Diego Ventaja, más tarde obispo de Almería. Con ambos formó un perfecto equipo de educadores, consagrando su vida a los más necesitados y a la educación de los niños más pobres y de los gitanos de Granada. Con ambos obispos, también recorrió el camino final hacia el martirio en 1936.
En la última etapa de su detención, fueron encarcelados en la bodega de un barco prisión anclado frente al puerto de Almería. Hacinados junto a otros cien detenidos, 40 sacerdotes y unos 50 civiles, los obispos de Guadix y Almería y los sacerdotes que los acompañaban fortalecían espiritualmente al resto de los encarcelados y se apoyaban entre sí, en medio de órdenes humillantes y realización de tareas forzosas en el barco. Finalmente, Segundo Arce Manjón, fue conducido a morir en el paraje del pozo de la Lagarta, en el término de Tabernas, con los presos seleccionados en la segunda “saca” del barco, veinticuatro horas después que su obispo. Tenía 56 años y 32 de sacerdote.
Sus restos, a partir del 9 de noviembre de 2020, reposarán en la Abadía del Sacromonte, para memoria e intercesión de todos los hombres de buena fe.