27 de septiembre de 2020
1346• AÑO XXVIII

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“No estamos solos en la vida” 

Siempre que estamos en una Eucaristía uno da gracias, porque todas las eucaristías son acción de gracias, y siempre hay ocasión para darlas, en todo tiempo y en todo lugar. (…) En este año, podemos dar gracias porque estamos celebrando esta misa en familia y porque estamos aquí presentes, en el contexto de la pandemia que hemos vivido –que estamos viviendo aún-. Que podamos estar aquí presentes, aunque no podamos darnos la paz como nos gustaría darnos, y aunque no podamos saludarnos de la manera que nos gustaría saludarnos, estamos unidos aquí. (…)

Que el Señor nos ayude a ser, en estas circunstancias, testigos y colaboradores de esa humanidad buena que es la que el Señor desea; que es la que quiere para todos. A mi se me ocurren algunas cosas muy pequeñas. Es obvio que no tengo yo la solución. Lo primero que nos ha enseñado la pandemia es que no somos dueños de nuestra vida; que nos somos dueños de la historia. Nos hemos creído que lo éramos. Y de repente, un bichito viene y nos trastoca todo, prácticamente toda la vida humana. Y en el mundo entero. En unos sitios de una manera, en otros de otra. Pero, a todos.
(…)

Creo que hay un par de cosas o tres que podríamos aprender. Una: no dejarnos vencer por la epidemia del miedo. Claro que tenemos que ser prudentes, hay que hacer todo lo que esté permitido hacer. Que no vivamos con miedo, con susto. Que no nos venza. (…) No vamos a renunciar a nuestra humanidad. No vamos a conformarnos con el mal menor. En la tarea de la universidad, en el estudio, en la preparación de vuestras vidas, en vuestro crecimiento como personas. No os conforméis con menos que lo mejor. No renunciamos a nuestra humanidad y al deseo de una humanidad lo más bonita posible.

La segunda cosa y se han caído un par de mitos, y quizás es bueno que se nos hayan caído. El mito del progreso infinito, ilimitado, de que toda la historia es un progreso adelante. Es un mito que tiene muchas raíces y mucha historia. Las culturas todas a lo largo de la historia han tenido momentos de crecimiento y momentos de decrecimiento. Y hoy, hay hasta economistas que dicen que por el bien de la economía sería bueno un proceso de decrecimiento. Que, a lo mejor, hay que hacer menos cosas, pero hay que hacerlas lo mejor que podamos. Pero el mito de que la historia va siempre hacia delante, siempre a más, siempre a mejor; el crecimiento ilimitado, sobre todo el crecimiento ilimitado en el terreno de la economía, no es verdad. Llega un momento en que hay límites y, cuando sobrepasamos esos límites, se vuelven contra nosotros. Y el otro mito del individuo, lo que llaman los americanos el “self made man” (el hombre que se hace a sí mismo), porque en el fondo estamos solos en la vida.

No estamos solos en la vida, Dios mío. Nos necesitamos todos unos a otros. (…)

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

19 de septiembre de 2020
Basílica de Nuestra Señora de las Angustias (Granada)