26 de julio de 2020
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Responsos en el cementerio

Palabras de esperanza cristiana en los momentos más duros de la pandemia

La comunidad de agustinos recoletos ha acompañado en los momentos más duros de confinamiento a las familias que perdieron a sus seres queridos y no pudieron acompañarles en la despedida ni celebrar funerales.

Este fin de semana, siguiendo la propuesta de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, las diócesis están invitadas a ofrecer la Eucaristía del sábado 25, Solemnidad de Santiago Apóstol, o el domingo 26, San Joaquín y Santa Ana, patronos de los abuelos, por los afectados de la pandemia.

En estos meses de pandemia, las personas han vivido momentos dramáticos y muy duros, especialmente en los meses de confinamiento entre el mes de marzo y junio. Especialmente también con la pérdida de seres queridos difuntos, en un periodo en el que los familiares no podían acompañarles ni en el entierro (hasta un máximo de tres personas se permitía) ni celebrar funerales.

PADRES AGUSTINOS RECOLETOS
En ese tiempo, la comunidad de agustinos recoletos, que habitualmente ofrece los responsos en el cementerio, fue el apoyo para las personas en esos duros momentos en que aún más ven acrecentada la herida que sufren y comenzaba un difícil duelo.

En ese contexto, el padre Alfredo Arce es uno de los sacerdotes agustinos recoletos que acompañaba a las familias ofreciendo palabras de esperanza cristiana ante el féretro momentos antes del enterramiento del cuerpo o cenizas de quien ya gozaba de la Gloria de Dios. En esas palabras cristianas, la resurrección en Cristo es “la palabra definitiva” que transmitía para dar aliento y consuelo a los familiares. “Con la familia rezamos el Padrenuestro, asperjamos la caja o cenizas con agua bendita, y tenemos un rato de comunión y oración”, nos contaba el padre Arce en el programa diocesano “El Espejo” en COPE Granada y COPE Motril en el mes de abril.

Sobre esa palabra de esperanza cristiana que se ofrece en los responsos, el padre Alfredo Arce señala que “están dichas muy bien en la Sagrada Escritura”. Unas palabras que se dirigen al difunto y familiares para recordar que “Dios es nuestro Padre; que no tenga miedo; que Cristo ha resucitado –le decimos al difunto-, que te espera, que ha sido hecho hijo o hija de Dios por medio del bautismo; que has participado y que Él te está esperando para vivir definitivamente”. “Y a los familiares, siempre con esa ternura, decir que es un adiós no definitivo, sino que es un adiós hasta que nos veamos de nuevo, hasta luego. La muerte no es el final. Nuestros eres queridos siguen siendo queridos, no simplemente se acabó todo. Esa es la palabra de esperanza fundamentados en Cristo, no en palabras vanas de cualquiera que hable prometiendo cosas raras. Nos fiamos sólo en Cristo”, explicó.

REDESCUBRIR LA FE Y NUESTRA HUMANIDAD
El contexto de pandemia ha generado también una corriente de solidaridad, caridad y cercanía que probablemente se había ido perdiendo. Ha sido –y aún hoy se nos ofrece la oportunidad- un tiempo para redescubrir la fe y nuestra humanidad, y de plantearse nuevas preguntas sobre la vida y su sentido último.

En este sentido, el padre Alfredo Arce nos contaba que lo que les diría a las personas alejadas de la fe o que se han topado con un atisbo de trascendencia llevados por la circunstancia del covid-19 es “Dios te ama”. “Para mí, la palabra definitiva es lo que Jesús a Nicodemo, ‘Dios ha amado tanto al mundo que ha entregado a su único Hijo para nuestra salvación’. Dios es padre, es madre. Dios es el amor infinito, la mejor definición de Dios es esa, Dios es amor. Fiémonos de Él. Él nos ama. Y aunque estemos a veces distraídos y por caminos de tinieblas, siempre nos busca y Él siempre está, porque Él siempre toma la iniciativa y Él siempre nos está esperando. Él no nos rechaza”, señaló.

Este sacerdote agustino recoleto también animaba a quienes buscan a Dios, de un modo u otro, “que sigan por su camino investigando y profundizando que, al final, en el interior de sí mismo allá está ese Dios que nos ama de verdad”.

Paqui Pallarés