5 de julio de 2020
1338 • AÑO XXVIII

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“La moral consiste en la actitud del corazón”

El Señor lo que nos invita es a poner los Mandamientos en orden. Los Mandamientos en orden empiezan por el que Él dijo que empiezan: “Amarás al Señor, tu Dios, con todas tus fuerzas”, las que tengas, con todo tu ser, ¿que tu ser es pequeñito?, pues “Señor, yo te amor con las fuerzas que tengo. Ayúdame, dame Tú más fuerzas para que sepa amarTe más cada día”.

Y la moral no consiste en lo exterior. La moral consiste en la actitud del corazón. Por eso lo que Le pedimos siempre al Señor es que nos cambie el corazón. Y entonces, sí, las cosas más pequeñas tienen su puesto dentro de la jerarquía de los designios de Dios, que siempre empiezan por el amor a Dios y por el amor “amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. Esas son las dos claves y las dos reglas. Y si uno deja de cumplir un mandamiento de estos que tienen que ver más con el orden de las cosas, o con que hay que hacer esto de esta manera o de otra, por hacer una obra de caridad no tiene uno que tener la menor preocupación si lo hace por amor, por amor a un necesitado. El Señor mismo le dijo, cuando le regañaban los fariseos, a uno “si se te cae la burra en sábado en el pozo…” (la burra era, casi, el mayor instrumento de vida que tenía una familia en Israel); se te cae la burra al pozo, tú la sacas, ¿no? Pues, esta criatura que estaba asediada por el demonio es mucho más importante que la burra. Y mucho más importante que el sábado.

El Señor es más que el sábado. El Señor es más que el templo y el Señor está en nuestros hermanos. Entonces, a veces es dejar al Señor por el Señor. Pero, todo lo que sean escrúpulos, sensaciones de que tengo que dejar contento al Señor y no lo dejo contento si no pongo la vela de esta manera; ese tipo de sensibilidad que a veces se cuela entre nosotros es del Enemigo. Es del orgullo, no es de Dios. No le agrada a Dios más eso. A Dios le agrada, Dios quiere tener un pueblo de hijos libres con un corazón oxigenado, grande, abierto, capaz de reconocerLe en la vida y en todas las cosas.

Que el Señor nos dé ese corazón: conocerLe en la vida y en todas las cosas. Que el Señor nos dé ese corazón.

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

Extracto de la homilía en la iglesia parroquial del Sagrario-Catedral (Granada),
el 10 de junio de 2020.

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